De la parte noble a la zona de peligro

Decía Joan Plaza la semana pasada que la acumulación de partidos hace que todo se magnifique. Que pueden llegar rachas de victorias o de derrotas que no reflejen el nivel real del equipo. En un corto periodo de tiempo se le ha ganado al Barcelona o al Olympiacos y se compitió a buen nivel contra el Real Madrid. Pero la realidad de la clasificación refleja que el Unicaja no pasa por un buen momento, al menos en cuanto a resultados. Hay que empezar a sumar victorias ya, más allá de ofrecer una buena imagen.

El cuadro malagueño terminó la jornada 25.ª de la Liga Endesa en la octava plaza de la clasificación, tras su tercera derrota consecutiva (Fuenlabrada, Betis y Real Madrid). Permanece en los puestos de ‘play-off’, pero ya está empatado con el noveno, el Tenerife, ambos con un balance de 14 victorias y 11 derrotas. El décimo clasificado, el UCAM Murcia, está solamente a un triunfo de distancia. Se trata del peor puesto del equipo de Plaza en lo que va de 2018, ya que hay que remontarse hasta el 30 de diciembre para verlo en una posición similar. Fue tras la dolorosa derrota en Bilbao y desde entonces, ya en este 2018, el Unicaja ha ido escalando puestos en la tabla hasta llegar a estar dos jornadas en puestos de cabeza de serie. Pero en los últimos 15 días, tras las tres derrotas consecutivas, el club de Los Guindos ha pasado de rozar los cuatro primeros puestos a tener que pelear por no caer fuera de los puestos de ‘play-off’. En esa zona peligrosa en la que se ha metido el Unicaja será fundamental el partido de la próxima semana, ante el Tenerife, noveno clasificado. El problema es que el calendario que queda por delante no es nada sencillo: Barcelona, Bilbao, Zaragoza y Andorra, en casa, y Obradoiro, Valencia, Gran Canaria y Joventut, a domicilio.

El bache del cuadro malagueño llega en un momento delicado. El cansancio y la lesión de Shermadini han afectado al equipo cuando la mayoría de los grandes clubes ya tienen puesta la velocidad de crucero cara a la recta final de la competición.

En el lado positivo, hay que resaltar que el Unicaja no ha perdido la cara en ningún encuentro y que las diferencias han sido mínimas, aunque este argumento no tiene el mismo valor ante el Madrid que ante el Betis. Por otro lado, el cuadro malagueño tiene esta semana su último partido de la Euroliga, en la pista del Fenerbahçe. Se acabaron los viajes y el equipo tendrá más tiempo para descansar y para preparar los últimos nueve partidos, ya totalmente centrados en la competición española. Se confía en que Jean-Charles aporte más poco a poco y en que Shermadini pueda estar para el final.

Aún quedan dos meses de competición y la cuarta plaza, ocupada ahora por el Valencia, no está tan lejos (a dos triunfos).