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Scariolo, felicitado por una aficionada, a la llegada del equipo a Málaga tras eliminar al Valencia.
El Unicaja ya lo hizo una vez

El Unicaja ya lo hizo una vez

En 2004 eliminó al Valencia en el último partido del ‘play-off’ con una zona durante 40 minutos

Juan Calderón

Domingo, 2 de abril 2017, 22:29

El reto es mayúsculo, pero no imposible. El Unicaja buscará el miércoles la victoria en una pista en la que no gana nadie desde octubre. Lo tiene todo en contra, pero el triunfo del viernes en Málaga lo ha cambiado todo, también la perspectiva de los aficionados de uno y otro equipo. El recuerdo de lo sucedido en 2004 volvió a la memoria de muchos y es el gran referente que debe guiar al conjunto que dirige Joan Plaza en este partido a vida o muerte.

Han pasado 13 años de aquello y habrá algunos que no lo recuerden o no lo vivieron en primera persona, pero aquella eliminatoria de cuartos de final entre el Valencia y el Unicaja marcó el futuro de los dos clubes y sentó un precedente brutal por el desenlace que tuvo. El ganador jugaría la Euroliga a la siguiente campaña, así que la situación se repite.

Fue un play-off atípico y con una fórmula ya abandonada al mejor de cinco partidos con un encuentro en cada ciudad jugado de forma alterna; es decir, 1-1-1-1-1. La serie comenzó en Valencia, que se impuso al Unicaja por 91-80 con 21 puntos del internacional francés Antoine Rigaudeau. Respondió en Málaga el conjunto dirigido por Sergio Scariolo, que sustituyó a Paco Alonso al poco de empezar al temporada, y ganó en un final apretado por 86-81 con 23 puntos de Louis Bullock. En el tercer partido, otra vez en Valencia, el equipo que dirigía Paco Olmos pasó por encima del malagueño (82-66) y la serie regresó a Málaga apuntando la clasificación del Valencia. Pero el Unicaja salvó el match ball en un partido a cara de perro en el que Walter Herrmann logró 21 puntos. Y así se llegó al quinto y definitivo partido que se jugó un 16 de mayo en la Fonteta.

La zona 2-3

Fue el momento elegido por Sergio Scariolo para dar su primera gran lección como estratega en el Unicaja. El técnico italiano, actual seleccionador nacional, dispuso una defensa en zona desde el salto inicial hasta el final del choque. Era un planteamiento arriesgado, casi suicida, a tenor del 42-32 que reflejaba el marcador al final del primer tiempo. Pero el Valencia se colapsó por completo, perdió su acierto y su renta comenzó a disminuir de forma alarmante. Tanto, que al final del tercer cuarto era de sólo dos puntos (54-52). El desplome valenciano fue ya total en el último cuarto, en el que el Unicaja logró un parcial de 14-35 para certificar la clasificación para las semifinales de la Liga ACB, y además logrando una plaza para la Euroliga la siguiente temporada.

Aquel partido marcó un antes y un después en la historia del Unicaja, pues posibilitó la etapa más fructífera. Al año siguiente se ganó la Copa, y dos temporadas después, la Liga.

No ha sido este el único gran zarpazo que el Unicaja ha logrado en la cancha del Valencia. En 2010, con Aíto García Reneses en el banquillo, el Unicaja eliminó al Valencia en cuartos de final en una serie al mejor de tres partidos, como ahora. Fue una temporada horrenda, con la primera ausencia de la Copa del Rey, problemas de lesiones y el dopaje de Juan Dixon. El Unicaja iba de víctima, pero aguantó y Zabian Dowdell logró la canasta ganadora con una bandeja en el último segundo. El golpe fue tan fuerte que el Valencia no se repuso y volvió a perder en Málaga. Ojalá se repita la historia.

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