Brooks no se entrena, pero se alista para Múnich

Uno por uno los jugadores del Unicaja fueron apareciendo en la pista del Palacio de los Deportes pasadas las 12.00 del mediodía. Todos menos Jeff Brooks. El ala-pívot estadounidense estaba en la enfermería con los fisioterapeutas del club, Mario Bárbara y Alejandro Ballesteros. Allí pasó toda la sesión para tratar de aliviar el dolor que todavía tiene en el tobillo derecho que se torció ayer en el partido contra el Bilbao Basket. A los ocho minutos saltó por un rebote y al apoyar se dobló completamente la articulación.

Aunque tanto él como sus compañeros son optimistas cara a su concurso este miércoles, la realidad es que Brooks todavía sentía bastante dolor en la zona dañada. "Hay algunos esguinces que duelen más que otros", explicaban desde el Unicaja. Es positivo que el jugador no tenga la zona demasiado hinchada y, sobre todo, que tenga la actitud correcta para sacrificarse, aguantar el dolor y jugar, y con esto ya se cuenta.