'Hacer de la necesidad virtud'

Augusto es un hijo pródigo del Unicaja, lo que no deja de ser algo insólito por infrecuente, un jugador que llegó desde su Brasil natal muy joven a Málaga con una maleta cargada de ilusiones y unas altísimas expectativas que se fueron elevando entre los técnicos del club a medida que comprobaban sus evoluciones en la cancha, y Augusto iba confirmando su enorme potencial, pero que, como ocurre demasiadas veces, no es un camino fácil, esto no pudo plasmarse, tras su debut, en una estancia larga en el primer equipo. Aunque eso no impidió que su carrera profesional continuara con éxito fuera de aquí, que la forjara poco a poco gracias al recorrido que emprendió y a la enorme experiencia que fue adquiriendo en los diferentes equipos de los que ha formado parte hasta su vuelta a Málaga. A día de hoy es un jugador respetado y previsible, conocedor de sus habilidades y de sus límites, capaz de ofrecer al máximo nivel magníficas prestaciones.

Su incorporación ya es inminente, eso significa que el Unicaja podrá contar hasta con 14 jugadores en su plantilla, un cupo más para sus rotaciones, ya sea en la Liga Endesa o la BCL, dependiendo de las circunstancias y la singularidad de un jugador que, además de su positiva aportación en el vestuario, ofrecerá al equipo rigor defensivo, sobriedad táctica, generosidad con el balón y conocimiento del juego.

A día de hoy los 'rosters' de primer nivel europeo cada vez son más amplios, en la Euroliga algunos alcanzan los 16 o 17 jugadores, las exigencias físicas cada vez son mayores y el calendario de partidos más cargado que nunca, muchos con frecuencia se acercan o rondan entre una competición y otra, incluida las selecciones nacionales, los 80 partidos en una temporada que puede acabar haciéndose demasiado larga.

El entrenador del Unicaja con Lima podrá disponer de mayor versatilidad táctica a la vez que se enfrenta a un nuevo reto, uno que hasta ahora ha gestionado como nadie con 12 jugadores, consiguiendo en todo momento mantener a todos enchufados a la competición y a cada partido, que acepten sin ningún problema sus roles, las responsabilidades y los minutos que les tocan. Lo que ahora seguro intentará lograr con 14 para seguir haciendo virtud de una situación que no todo el mundo sabe ni quiere manejar, y que con otra tipo de gestión de los egos podría incluso convertirse más que en una solución en un problema, como hemos visto tantas veces. Esa capacidad que nos ha demostrado hasta ahora de saber transmitir confianza, seguridad y la importancia que cada uno debe sentir dentro del grupo, dosificando sus esfuerzos y permitiéndoles alcanzar así su máximo rendimiento.

Una tarea nada fácil, que será la de convertir esta situación en una ventaja verdadera. Mantener la progresión y el nivel competitivo que está alcanzando el equipo, a la vez que seguir trabajando, para que no se detenga el desarrollo y el crecimiento de Mario Saint-Supery y aprovechar todo lo que le pueda ofrecer la incorporación de Lima sin poner en peligro todo lo bueno que ya le están proporcionando los compañeros que ocupan su puesto en la actualidad o, más directamente, Sima, un jugador que va mejorando partido a partido su rendimiento.

El reto de hacer de la oportunidad o de la necesidad virtud, para que el equipo cada día sea mejor.