Marcos Tellería. ADG MEDIA
Sábado, 10 de febrero 2024, 21:15
Ibon Navarro felicitó a su «equipo por la victoria en un campo que siempre es complicado» por realizar «un buen partido en líneas generales». El técnico vitoriano lamentó que Unicaja estuvo «falto de acierto y con poco control sobre el balón» en la primera mitad ... del partido. «No supimos gestionar bien las cuatro faltas por hacer y continuamos con problemas al cerrar el rebote defensivo», añadió.
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Sin embargo, el entrenador cajista consideró que en el segundo tiempo su equipo dio otra versión: «Los dos equipos empezamos muy acertados el tercer cuarto. Optamos por intentar atacar a Pustovyi con Osetkowski de cinco, abriendo así mucho más el campo, pero sabiendo que sufriríamos más en el rebote». Además, Navarro ensalzó la actuación de alguno de sus jugadores y subrayó que tenían claro el plan a seguir: «La aparición de Ejim, que ha jugado un partido extraordinario, y de Taylor, que nos ha ayudado desde fuera a dominar el rebote defensivo y a poder correr, ha sido determinante. Hemos anotado muchos puntos a campo abierto a pesar de cometer algunas pérdidas, pero era nuestra apuesta: intentar que Obradoiro pudiera no llegar fresco al final del partido. Sabemos que en su campo y con la energía de su gente son un equipo muy peligroso».
Cuestionado por Barreiro y Lima como los dos jugadores que menos jugaron y entre los que tendrá que elegir para la Copa, además de Sima, el vasco respondió lo siguiente: «No es que las piezas no encajen. Lima ha estado un año y tres meses fuera del equipo y va poco a poco entrando. Tenemos que ayudarle a que vaya haciéndolo. Por otro lado, Barreiro ha estado diez semanas fuera, pero yo le he visto bien. Su entrada en el campo ha sido buena. Ha sufrido algo más en defensa con Thomas Scrubb de lo que lo ha hecho con Tinkle, pero para ser su primer partido después de dos meses ha estado bien».
Finalmente, preguntado por las expectativas del Unicaja en la Copa del Rey y la ventaja que tendrá su equipo por jugar en casa, comentó: «Lo de ser anfitrión es por jugar en el pabellón en el que solemos ser locales, pero no tiene nada que ver. El pabellón está secuestrado, no es nuestro. Llevamos una semana entrenando fuera y no vamos a entrenar más en casa que nuestros rivales. Realmente somos la sede, pero no somos el anfitrión. Ser anfitrión debería tener alguna ventaja y yo no veo ninguna».
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