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Milosavljevic recibió un homenaje de la grada del Carpena en noviembre, en su regreso a la ciudad. ACB Fotos
Un año sin Milosavljevic

Un año sin Milosavljevic

El alero del Unicaja encara el tramo final de su recuperación de una grave lesión de rodilla, aunque se mantiene la cautela en torno a los plazos para tener al alta médica

Jueves, 20 de agosto 2020, 00:29

Sucedió el 16 de agosto, en un amistoso entre Serbia y Turquía preparatorio para el Mundial de China. El escenario fue el pabellon OAKA de Atenas, y el varapalo aún tiene consecuencias en el día a día del Unicaja. El alero Dragan Milosavljevic sufrió una rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda y se perdió toda la temporada anterior. De hecho, todavía está convaleciente, debido a la rémora que le supuso no poder ser tratado por fisioterapeutas durante casi tres meses de confinamiento en Málaga, donde le sorprendió la pandemia. No obstante, el jugador ya ve la luz al final del túnel.

Debido a la habitual inflamación en la zona lesionada, Milosvaljevic tuvo que esperar unos días a pasar por el quirofano. Fue el 27 de agosto, en la clínica Gelenkpunkt, en la localidad de Innsbruck (Austria). Dirigió la intervención Christian Fink, que había operado a la célebre esquiadora Lindsay Vonn o a estrellas del fútbol, y también acudió una representación de los servicios médicos del Unicaja. La primera fase de recuperación del jugador fue en su tierra, en Belgrado, tratándose con Filip Volsek, un 'fisio' vinculado al Estrella Roja.

Milosavljevic bromea con Jaime Fernández, esta semana montados sobre sendas bicis estáticas. Instagram

Milosavljevic volvió por primera vez a Málaga a mediados de noviembre, donde recibió un cálido homenaje de la afición del Martín Carpena (coincidiendo con un partido liguero de su equipo) y fue sometido a nuevas pruebas, aunque en todo momento ha habido una comunicación más que fluida entre el club y el jugador mediante vídeos para analizar cómo estaba siendo su recuperación, con jornadas estajanovistas de seis o siete horas de trabajo con ejercicios de fisioterapia y piscina.

Sin embargo, justo cuando se acercaban los plazos finales, Milosavljevic tuvo un parón obligado por la crisis sanitaria. El jugador había vuelto a tierras costasoleñas de nuevo en febrero para estar presente en la Copa del Rey, con el Unicaja de anfitrión en el torneo. El estado de alarma, por tanto, le sorprendió en Málaga, sin opción de volver a Belgrado y sin compañía de la familia, después de haber sido padre por segunda vez pocos meses antes.

Después de una campaña para olvidar Milosavljevic está muy motivado con la cercanía del regreso. Encara la fase final de la recuperación, e incluso en una entrevista reciente con este medio hablaba de octubre como posible fecha de reaparición. Tras unas semanas de nuevo en Serbia, volvió a ponerse a las órdenes de los servicios médicos del Unicaja y trabaja al margen de la plantilla, como sucede con Jaime Fernández, este aún más cerca de su regreso. Lógicamente, una cosa es el alta médica y otra el estado físico idóneo del jugador en cuanto a ritmo de competición y confianza para poder acercarse a sus mejores prestaciones en la cancha, para lo que pueden transcurrir algunas semanas más.

El alero serbio, tratado por un fisioterapeuta del Unicaja. SUR

El Unicaja, que mantiene la cautela respecto a fechas de regreso del serbio, se ha planteado y sigue sin descartar la llegada de un 'temporero' en el juego exterior para compensar la pérdida de estos dos jugadores mencionados en las primeras semanas de competición, siempre que tanto la Liga Endesa como la Eurocup comiencen con normalidad en los plazos fijados.

Una compensación justa

Además, el Unicaja está pendiente de un capítulo importante, el cobro de la indemnización de la FIBA por la lesión del Milosavljevic en un partido de su ámbito (un amistoso de selecciones). Sobre el papel, este capítulo se producirá cuando el alero tenga el alta médica oficial. La baja de Milosavljevic dura algo más de un año ya, y el seguro de la FIBA tiene un límite de dos millones de euros para cubrir los percances físicos que puedan sufrir los profesionales, aunque hay un periodo de 21 días de carencia en los que es el club el que tiene que pagar al jugador.

Cuando reciba el alta, el Unicaja ha de recibir una jugosa indemnización por el seguro de la FIBA

Para hallar el importe de la indemnización, se calcula el de la asignación diaria del profesional y se multiplica por el número de días afectado por la baja médica. Es por ello que, si no hay impedimentos de otra índole, el club podría conseguir con justicia ahorrarse el importe de buena parte de su ficha la pasada campaña y algún tramo de esta.

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