«Mi meta es devolver al Unicaja a la Euroliga»

En medio de las dudas que presiden el juego del Unicaja en las últimas semanas, Mathias Lessort ha surgido como motor del equipo. El pívot francés de 23 años ha confirmado las grandes expectativas que generó su fichaje el pasado verano, ya no sólo con su derroche de energía, sino también por cada vez una mejor interpretación del juego. Su progresión es constante y en esta entrevista para SUR analiza las causas de su mejoría, la situación del equipo y sus aspiraciones futuras pendiente de si seguirá en Málaga la próxima campaña.

–En el momento de mayor complicación para el equipo por las lesiones y algunas dudas en el juego, ha surgido el mejor Lessort de la temporada...

–Últimamente estoy jugando un poco mejor, aunque lo realmente importante es tratar de ganar partidos, así que hago todo lo que el equipo necesite para conseguirlo. En los últimos partidos el equipo me está buscando mucho y eso es algo que me está dando confianza para desplegar mi juego y sentirme importante.

–Comenzó la temporada un tanto perdido y sin encontrar su rol en el equipo, pero ahora muestra un nivel sobresaliente.

–Sí, ahora entiendo mucho mejor el estilo de nuestro entrenador. Al principio todo era nuevo para mí, tanto la Liga, como los compañeros y la ciudad, y eso influye. He tenido que adaptarme. Nosotros competimos mucho en los entrenamientos, trabajamos duro, y eso me ha ayudado. Siento que voy a más cada día. Tengo un compañero como 'Gio', que es de los mejores, y el cuerpo técnico, con Ndong, que me está ayudando mucho a crecer como jugador y persona.

–Lo que más llama la atención de usted es su físico, pero ha demostrado que su juego va más allá y que cada vez entiende mejor el juego y toma mejores decisiones, pasa bien el balón e interpreta bien cada situación. No sé si incluso a usted le ha sorprendido.

–No crea... Si la gente pudiese venir a los entrenamientos vería que hacemos eso cada día desde el comienzo. Es cierto que no he podido mostrar este tipo de juego demasiado durante mi carrera y ahora sí. He demostrado que puedo pasar bien el balón y tomar buenas decisiones. No es nada nuevo, lo que pasa es que me siento con confianza, muy cómodo y estoy pudiendo hacer en los partidos lo que entrenamos cada día.

–Y el entrenador también lo ha usado de ala-pívot. ¿Es una posición nueva para usted antes de venir al Unicaja?

–No. Cuando era más joven, ya jugué ahí. Me siento bien en esa posición, incluso a veces más que jugando de pívot... En la selección francesa también me utilizan ahí de vez en cuando. En mi segundo año como profesional jugaba con Devin Booker en el puesto de cuatro y de cinco en el Chalon. Es algo nuevo en nuestro sistema, pero es una variante interesante con 'Gio' porque así nos podemos alternar dentro y fuera según nos defiendan, además de crear espacios para los tiradores.

–¿Su carrera puede ir dirección para lograr más polivalencia en su juego?

–Por supuesto. Trato de mejorar mi juego. Ahora mismo mi principal punto débil es mi tiro, así que en esto estoy centrado. Sería un gran paso para mí poder lanzar de tres y abrir el campo cada vez que estoy en la pista. Puedo dominar dentro de la zona y cerca de la canasta; lo he demostrado, pero tener un buen lanzamiento, al menos de media distancia, estaría genial.

–Su equipo afronta una serie de partidos muy complejos. Llegan el Barcelona, Valencia, Real Madrid. ¿Están muy pendientes en el vestuario del importante choque contra el Valencia del miércoles en la Eurocup?

–No. El entrenador está haciendo un gran trabajo en ese sentido. Nos hace estar muy centrados sólo en el Barcelona. Es el primer partido de la segunda vuelta y trataremos de ganar para mejorar la confianza. Hemos ganado cuatro de los últimos cinco partidos. Tuvimos un pequeño bajón al comienzo del año, pero hemos sabido competir en partidos complicados. Tenemos que recuperar la energía y alegría del comienzo de la temporada. Ganar al Barcelona en su cancha sería un gran paso adelante.

–Es raro no verle con una sonrisa en la boca, eso significa que está a gusto en el Unicaja y en Málaga. ¿Cómo es su vida aquí?

–Todo es fantástico. Es raro el día, incluso ahora en invierno, que no tenemos 20 o 25 grados y esto es algo que me recuerda a mi isla. Además de eso, tengo que reconocer que me ha sorprendido el nivel de organización del club. Aquí un jugador sólo tiene que preocuparse de entrenar y jugar. Tienes todo lo que necesitas para entrenar y trabajar. Y la ciudad, qué voy a decir... Sí quiero destacar a la afición. No sabía cómo era y me ha sorprendido el apoyo que muestran al equipo. Es algo por lo que estoy agradecido.

–Se le ve encantado, ¿pero qué pasa con el futuro? Sólo firmó por una temporada y será complicado retenerle si sigue así.

–Sólo Dios sabe lo que va a pasar. Queda mucho para el final de la temporada y pueden pasar muchas cosas. Me siento muy cómodo aquí. Me gusta la ciudad, el equipo, el club y el entrenador; todo aquí es genial. Mi único y principal objetivo es devolver a este club y a estos fans a la Euroliga. Esa es mi meta. Llevar al Unicaja a la Euroliga.

–¿Qué hace un jugador de 23 años fuera de la pista?

–No tenemos mucho tiempo libre, pero lo normal... (risas). Juego a la Xbox, veo películas. Trato de pasármelo bien. Creo que soy un tipo divertido porque me siento afortunado de poder vivir de un deporte como el baloncesto. Tener un trabajo así es como para sentirse feliz, así que trato de disfrutar de la vida.

–Y detrás de esa imagen de tipo duro con las trenzas, piercings, tatuajes y demás, también hay un chico muy familiar...

–Sin duda. La familia es una parte fundamental de mi vida. Mis padres estuvieron aquí en Navidad y fueron a verme a Limoges junto a mi hermano. Siempre los tengo muy presentes porque no estaría aquí de no ser por ellos. Trato de que sean partícipes de la vida que llevo. Ahora mis padres están en París y allí hace mucho frío, así que me los voy a traer aquí para que disfruten del sol y el buen tiempo.