Melvin Ejim: «El baloncesto me ha ayudado a superar la pérdida de mi hermano»

–Panorama deportivo completamente distinto a su primera etapa. ¿Le ha sorprendido el buen rendimiento del equipo?

–Cuando llegas a un equipo, siempre piensas y esperas que las cosas van a ir bien. Cuando llegué en verano ya comprobé que había un buen grupo de jugadores que, además, son buena gente, así que pensé que se podía hacer algo interesante. Ahora me alegro de que hayamos podido plasmar el trabajo y las ideas con buenos resultados

–¿Qué pensó cuando su agente le llamó y le preguntó si quería volver a Málaga?

–Recuerdo que estaba en mi casa después de haber estado con la selección. Quería desconectar un poco y decidir entre un par de ofertas que tenía, pero lo tuve claro desde el primer momento. Málaga es un lugar especial en el que viví muy buenos momentos. Es una ciudad fantástica, con ambiente de baloncesto y buen clima. Es uno de los mejores clubes de Europa. No había que pensarlo.

–Una segunda oportunidad, porque su primera experiencia aquí fue compleja. Lesiones, confinamiento, malos resultados...

–Tenía esa espina clavada de no haber podido disfrutar del baloncesto español y de demostrar lo que podía hacer. Efectivamente, lesiones, el confinamiento... No fue un buen año, pero, mire, aquí estoy otra vez. Ahora las cosas van mejor y estoy disfrutando mucho.

–Al comienzo de la temporada su papel fue clave mientras jugadores Thomas y Osetkowski se ponían en forma y se adaptaban. Aquello permitió en cierto modo que el equipo evolucionase. Era el hombre para todo del entrenador.

–Todo necesita un tiempo, y más un equipo como este, con gente con talento y con jugadores que venían de estar con su selección, como yo. La pretemporada es para conocerse y hay que tener en cuenta que con la previa de la Champions empezamos a jugar muy pronto. En ese tiempo pude ayudar a ajustar al equipo, pero es algo normal. A lo largo de la temporada veremos que es necesario que aparezcan distintos jugadores. Es la clave de este equipo: cada noche puede destacar alguien, pero el grupo, el colectivo, mantiene un nivel uniforme. Eso es clave para que un equipo tenga éxito.

–Hay quien dice que usted es el pegamento del equipo, el tipo que hace cosas que se ven poco y ayudan mucho.

–(Risas) Bueno, quizá sí, pero lo bueno es que tenemos varios que hacen esa función. La clave es que en el grupo haya esa mentalidad de hacer un esfuerzo más, pelear por un rebote, tapar un tiro, defender... Todo eso ayuda a ganar un partido.

–Un jugador no sabe el estilo que quiere un entrenador, pero en el Unicaja gente como usted, Alberto Díaz, Perry, Thomas, antes Lima, encajan perfectamente en ese estilo que Ibon Navarro quería poner en práctica. Los elementos perfectos para jugar rápido y agresivo.

–Creo que la clave es que somos un equipo muy versátil. El grupo está construido para defender, ser agresivo y hacer transiciones rápidas, pero también tenemos gente para jugar más lento. Si toca correr, lo hacemos. Efectivamente, este estilo físico, duro si es preciso, se ajusta a mis cualidades. Por eso me ficharon (risas).

–Hay mucha gente nueva en el equipo respecto a su anterior etapa. ¿Le ha sorprendido especialmente algún compañero?

–Conocía a muchos de haber jugado con o contra ellos en la Eurocup. Creo que los únicos contra los que no había jugado eran Tyson (Carter) y Jhony (Barreiro). La mayor sorpresa para mí ha sido Tyson. Al principio empezó lento, pero ha conseguido encontrar su ritmo y su impacto es evidente. Ahora es una parte importante del equipo. Creo que está jugando a un gran nivel, porque hay que tener en cuenta que es su tercera temporada profesional. Sin duda su proyección es grande, va a tener una gran carrera en el baloncesto europeo.

–Vive un momento muy feliz en Málaga tras una temporada muy dura por el fallecimiento de su hermano. Usted estaba en el Cedevita cuando ocurrió. Pudo dejar de jugar, pero optó por seguir en su equipo. ¿Por qué lo hizo?

–Pues mire, esa es una de las razones por las que quise volver a Málaga. Esta ciudad es muy importante porque aquí disfruté de una gran etapa con mis hermanos. Tanto mi hermano Kenny como Ryan jugaban en España. Los tres estábamos aquí. Pasamos mucho tiempo juntos. Fue la última vez que pude disfrutar de Kenny así. Fue un tiempo maravilloso...

–Usted ha querido recordarlo, quizá honrarlo siguiendo en las canchas...

–(Se toma un tiempo para responder muy emocionado). Es duro, ¿sabe? Es muy importante recordarlo. (Nueva pausa) Mire, el baloncesto es algo que ha unido siempre a mi familia. Todos somos jugadores. El baloncesto ha sido una motivación. No había una razón para que dejase de jugar. A él le gustaba verme jugar. Siempre hemos jugado juntos, así que esto es algo que me ha ayudado a superar la pérdida de mi hermano.

–Qué bonito es eso que dice.

–Sí. Todos jugamos. Todos mis hermanos jugamos, mis hermanas están en universidades. El baloncesto es una cosa familiar y es una motivación común. Hemos competido unos contra otros, pero nos ha ayudado a seguir adelante. Hacemos una cosa que amamos.

–Vamos con algo más alegre. Como dice, usted y su familia son gente de baloncesto y seguro que ha visto muchas canchas. Ahora vive una fiesta en cada partido del Carpena. Nada que ver con su primera etapa.

–El ambiente del Carpena es uno de los mejores que he visto. No hay muchos pabellones de esta calidad en Europa. Pero lo que valoro y respeto es que el aficionado de aquí entiende de baloncesto. Valoran si das un pase más, si metes una mano, si peleas un rebote. Son detalles que los jugadores agradecemos y que ayudan a ganar partidos. Saben cuando poner presión en los árbitros, al equipo rival. Entienden el juego.

–Mire, es su segunda temporada en Málaga, pero no sabe que los malagueños no conocen el punto medio. O estamos hundidos o disparamos nuestras expectativas. Con el equipo jugando tan bien y en esa dinámica ganadora, pensamos en, quién sabe, ¿ganar un título? ¿Puede conseguirlo este equipo?

–(Risas). Como competidor siempre pienso en ganar. Ese es el objetivo. Pero todo requiere de un proceso hasta estar preparado. Este equipo ha conseguido la habilidad de ganar y eso es muy difícil. Peleamos y competimos contra cualquier equipo. Tenemos espíritu y mentalidad. No sé lo que pasará en la Copa o en la Champions, pero tenemos gente que ya ganó títulos, que es algo importante. Estamos en el camino correcto, pero el camino es largo.

-Este verano lo pasará en Andalucía. Canadá jugará contra España en Granada. Usted siempre está listo para su selección. ¿Qué representa para usted?

–Jugar con tu selección es el estilo de baloncesto más puro. Lo es porque tu trabajo no depende de lo que hagas ahí. Los jugadores vamos a defender a nuestro país, es algo más grande que nosotros. No hay egos. La gente va a la selección para ayudar. Si gana España o Canadá los jugadores lo hacen por representar a todo el baloncesto de ese país. Así que me encanta poder representar a mi país, porque también represento a mi familia. Siempre que me piden que vaya, lo hago.

–Pero no siempre es fácil, porque usted estuvo siempre en Europa y tuvo que ir a jugar a Canadá, Brasil y países realmente lejanos...

–Pues sí, es un viaje largo pero, como le dije, es algo que merece la pena. Esos pequeños sacrificios merecen la pena. Me perdí el nacimiento de mi segundo hijo porque estaba en el Mundial de China. Seguramente mi mujer se enfadó, pero mi hijo se alegrará en el futuro de que su padre estaba defendiendo a su país.

–Usted estará en el próximo Mundial. Seguramente Estados Unidos hará un gran equipo para recuperar el título. ¿Ve a España con potencial para volver a ser campeona?

–Nunca he jugado contra España, pero sí, los americanos irán con todo.

–Cuidado porque ahora está ahí Alberto Díaz...

–(Risas) ¡Es cierto! Veremos qué jugadores de la NBA deciden ir, pero pienso que España es la gran favorita. Tiene grandes entrenadores, jugadores que han mejorado mucho, una gran cultura de equipo. Como le dije antes, se trata de pensar en el objetivo común. Mire lo que pasó en el último Eurobasket. Seguramente no era el mejor equipo. Había grandes nombres en otras selecciones, pero marcaron un objetivo común. Argentina tiene un espíritu parecido. Veremos qué hace Estados Unidos, pero será un Mundial muy interesante.