Mazazo para el Unicaja y Milosavljevic

Milosavljevic había mejorado mucho en el último mes y se esperaba que antes de final de año pudiera estar listo para ir volviendo de forma paulatina a las pistas. Sin embargo, días atrás, durante un entrenamiento en un ejercicio de 'cinco contra cinco', el jugador sintió una molestia en la rodilla que le fue operada hace año y medio. De inmediato, según se apuntó a SUR, el jugador sentía que no era algo muscular y que podía ser grave. Como consecuencia de la lesión, la articulación se le hinchó y tenía líquido. 'Gagi', como se le conoce en el vestuario, estuvo en el encuentro ante el Ulm del miércoles y allí se le pudo ver cojeando visiblemente cuando entraba en el túnel de vestuarios tras el calentamiento de sus compañeros antes del partido. La expresión de su cara no era tan positiva como en semanas previas porque sabía que algo no iba bien. Los servicios médicos del Unicaja se temían lo peor, es decir, que la sutura del tendón operado en septiembre de 2019 se hubiese desgarrado, lo que habría sido un desastre.

Por este motivo, la decisión fue someterlo a una artroscopia, que se realizó en el Hospital Chip, en la que se pudo comprobar que el daño no era tan grande y que el ligamento estaba intacto. Sin embargo sí que se pudo apreciar daños en parte del menisco, que le ha sido extirpado.

No es una lesión grave, pero sí por su historial. Se estima que Milosavljevic tendrá que esperar al menos un mes para retomar el ritmo de entrenamiento que tenía antes de la lesión, con todo el perjuicio que eso conlleva para la rodilla que tenía lesionada y especialmente a nivel muscular. Fuentes consultadas apuntaron que no es como empezar de nuevo, pero casi.

Milosavljevic se encuentra moralmente destrozado, porque cuando venía cercana su vuelta a las canchas ha sufrido este revés. Lo peor es que no es el primero. Tras pasar los primeros meses de rehabilitación en Belgrado, en una revisión que se le realizó en Málaga, se observó que el menisco de la derecha, que también se lesionó de gravedad hace años, estaba dañado y fue operado. Eso retrasó su recuperación, como ahora. No quedó ahí la cosa. Cuando definitivamente regresó a Málaga llegó el confinamiento. El alero estaba sólo en su casa y durante esos tres meses no recibió tratamiento de rehabilitación, que añadió más retraso. Tampoco le favoreció el plan de trabajo del equipo cuando se retomaron los entrenamientos, pues el Unicaja estaba enfocado en la fase final de Valencia y en esas fechas Milosavljevic estaba recuperando todo lo que perdió en el confinamiento.

Cuando al fin pudo volver a entrenar con sus compañeros, aunque sin forzar, ha llegado este mazazo que seguramente lo dejará en blanco otra temporada más, la segunda.