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El domingo Mario Saint-Supéry se hizo mayor de edad. Nno por un hito concreto de su trayectoria deportiva que le hiciera madurar de tal forma, sino en sentido literal, ya que el pasado fin de semana celebró su 18 cumpleaños. El malagueño del Unicaja, ... cedido al Tizona Burgos desde finales de enero, afronta con una motivación especial estos meses, en los que su protagonismo en la pista ha aumentado de una forma importante. De ser descarte habitual en el cuadro cajista o a tener una presencia muy limitada en la cancha, a verse con el peso de la dirección del segundo clasificado de la LEB Oro, que mantiene vivas sus esperanzas de subir a la Liga ACB.
Saint-Supéry promedia ya, en doce partidos en la segunda categoría nacional, 10 puntos en 16:23 minutos, con un 49% en tiros de dos, un 42,4% en triples y un 86,3% en tiros libres, además de 2,3 asistencias y 9,4 de valoración. El rinconero está rotando junto a Caio de Souza y Ayoze Alonso en el puesto de base, que es el rol que le ha dado Diego Ocampo, que ya había dirigido al jugador como entrenador de las categorías inferiores de la selección española.
Entre las posibles salidas de Saint-Supéry, que deseaba jugar con más asiduidad, estaba la del Tizona Burgos, reclamado de forma expresa por Ocampo, que le está dando confianza en una situación deportiva exigente. Uno de los dos equipos de la ciudad castellana (el otro es el San Pablo, descendido la pasada campaña desde la Liga ACB) pelea por subir, ahora en la cancha, después de un litigio de 2015 sobre un ascenso a la élite que no se consumó en un conflicto con la ACB. Ahora el cuadro de Saint-Supéry es segundo, con un balance de 22 victorias y ocho derrotas, por 24 triunfos del Leyma Coruña, que le gana en el 'basket average' y a cuatro jornadas del fin de la fase regular.
La tabla está muy igualada cara a la fase de ascenso, que juegan del segundo al noveno, como en la LF Challengue. Tras una serie de cuartos de final (en la que está muy cerca de tener factor cancha en la eliminatoria al mejor de tres partidos), los cuatro clasificados compiten en una Final Four por la segunda plaza de ascenso a la ACB. Un esguince leve de tobillo, sufrido el domingo en la victoria en el duelo ante el Melilla, ha frenado a Saint-Supéry, aunque no se le descarta ni siquiera que reaparezca este sábado (19.00 horas) en Valladolid.
Aunque ahora sin entrenarse, el jugador no tiene tiempo para aburrirse. Se prepara para sacarse el carnet de conducir y sigue viajando a Málaga para examinarse de sus estudios, a las puertas de la EBAU (la antigua selectividad). Su entorno familiar prefiere esperar al menos hasta el verano para que empiece a conceder entrevistas a los medios. Habrá que ver qué le depara el futuro y si el Unicaja cuenta con él en su plantilla 2024-25, que no anda falta de elementos.
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