Los últimos meses en el Unicaja son una sucesión de extraños acontecimientos. La planificación del equipo de la próxima temporada se está viendo envuelta en ese ambiente enrarecido por el trasvase de poderes que se va a producir en el club.
Publicidad
El ejemplo ... más claro es todo lo que está aconteciendo con el italiano Marco Spissu, que es el base elegido por Fotis Katsikaris para completar la dirección del equipo junto a Alberto Díaz y Jaime Fernández. Su nombre surge del consenso con la dirección deportiva que encabeza Manolo Rubia. Desde la agencia de representación del jugador se explica que hace al menos dos semanas que se les trasladó el interés en fichar al internacional italiano, pero que llevan dos semanas esperando la oferta del club. La explicación que se les ha dado es que la Fundación Bancaria, propietaria del club, no autoriza la operación de momento. Podría pensarse que se debe a una cuestión económica, pero nada más lejos de la realidad, pues, aunque hay que pagar por liberarlo del contrato que tiene en el Dinamo Sassari, su salario allí es muy bajo. En términos comparativos, Spissu en el actual Unicaja sería, de largo, el jugador con el salario más bajo.
Si no es una cuestión de dinero, la explicación hay que encontrarla en ese cambio de poderes que se va a producir en el club. El presidente de la Fundación, Braulio Medel, consulta los movimientos a la que es la directiva entrante, con Antonio Jesús López Nieto como futuro presidente y Juanma Rodríguez de director deportivo.
Los agentes del jugador ya han dado un ultimátum al Unicaja, que viene dado a su vez por la insistencia del Sassari para aclarar su planificación y saber si pueden contar con Marco Spissu. El asunto es extraño, por calificarlo de algún modo. Algunas fuentes apuntaban ayer que quizá en las próximas horas se diese luz verde a una operación que pudo resolverse hace varias semanas, pero que «no tenía el visto bueno de la propiedad», a pesar que es el jugador elegido por el entrenador y el actual director deportivo.
Publicidad
Casi dos meses después de que acabase la temporada, el Unicaja sólo ha realizado una incorporación, la de Jonathan Barreiro, después de haberse desprendido de cuatro jugadores. Katsikaris observa desde Grecia todo lo que acontece con preocupación, según se indica desde su entorno. El griego es consciente que el éxito o el fracaso de la próxima temporada dependerá en gran medida de cómo se refuerce una plantilla que la pasada campaña mostró debilidades y carencias notables. Puede que el fichaje de Spissu se concrete en los próximos días, pero da la sensación de que hay un mar de fondo importante en el club cajista. El problema será que esta marejada se convierta en un temporal sin control dentro de unos meses.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.