Marc Gasol, aquel sueño imposible del Unicaja

El Unicaja se reencuentra el próximo domingo con Marc Gasol. El internacional español ejerce una doble función en el Girona, donde es jugador y presidente. Su regreso a la Liga ACB tras ascender con su equipo ha sido una excelente noticia para la competición. La historia del catalán, campeón del mundo y de la NBA, pudo ser distinta si en 2008 hubiese aceptado la oferta que le planteó el Unicaja. Una temporada después de jugar la Final Four de Atenas y atisbando el final de la etapa de Sergio Scariolo en Málaga, los dirigentes del Unicaja querían relanzar el proyecto deportivo y Gasol era la gran apuesta.

El Unicaja meditaba entonces qué camino tomar. Se entendía que el ciclo de Scariolo había terminado y los nombres de Ettore Messina y Aíto García Reneses eran los preferidos para reemplazar al italiano. En la pista se quería un referente y en ese momento no había un jugador mejor que Marc Gasol en la Liga ACB. El catalán enlazaba galardones de jugador de la jornada una semana detrás de otra. Jugaba entonces en aquel proyecto en cierto modo 'artificial' que fue el Akasvayu Girona, que acabó liquidado por las deudas, pero que tuvo un par de años brillantes. En 2007 ganó la FIBA Eurocup y en 2008 jugó la final de la Copa ULEB (actual Eurocup) en la que perdió ante el Joventut. Sobraba el dinero que llegaba a raudales procedente de una burbuja inmobiliaria que la crisis del ladrillo se llevó por delante. Fue bonito mientras duró.

Marc Gasol jugaba allí cedido por el Barcelona, donde no tenía pensado volver, en parte por la compleja salida de su hermano Pau rumbo a la NBA. Su futuro pasaba por cambiar de equipo o dar el salto a Estados Unidos. Ahí apareció el Unicaja para intentar su fichaje. La operación era compleja porque el Barcelona mantenía el famoso derecho de tanteo, pero se puso en marcha. Es más, los responsables del club cajista entonces llegaron a reunirse con Marc Gasol en Gerona. Al jugador le agradaba la idea de jugar en Málaga y sólo puso una condición, un contrato que dejase abierta su posible salida a la NBA al final de la primera temporada.

Meses después de aquello, Marc Gasol visitó el Carpena para enfrentarse al Unicaja. Su equipo llegaba tras perder la final de la Copa ULEB ante el Joventut. Gasol, que daba contadas entrevistas entonces, atendió a SUR al termino del entrenamiento que el Akasvayu realizó en el Palacio de los Deportes antes de jugar contra el Unicaja. En ese cortejo en el que a veces se convierten los fichajes, aquellos cinco minutos eran el 'guiño' del pívot a la afición malagueña y así respondió a la pregunta de si le gustaría jugar en el Unicaja. «Es un club con una gran historia. El Palacio de los Deportes es una de las canchas más bonitas de la ACB y donde se disfruta más el baloncesto. Además, se puede ver que la grada siempre está a tope. La verdad es que uno se lo imagina después de ver aquel gran año con Garbajosa a la cabeza con toda la ciudad volcada con el Unicaja. Todos sentimos un poco de envidia al ver aquello. Conociendo también al grupo de españoles que hay, la verdad es que sería bonito poder optar algún día a estar en Málaga», respondió.

Pero aquel sueño del Unicaja de contar con Marc Gasol no pudo hacerse realidad. El coste de la operación, los derechos en poder del Barcelona y el interés ya fuerte de los Memphis Grizzlies de incorporarlo lo complicaron. El catalán acabó firmando en verano un contrato por tres años con la franquicia de la NBA.

Este domingo, 14 años después de aquella reunión con el Unicaja y de la entrevista en Málaga, Gasol se reencuentra con el que pudo ser su equipo.

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