Manolo Rubia aparca su salida del Unicaja ante la inestabilidad generada en el club

A la espera de que eso suceda, la Fundación, como propietaria del Unicaja, debe resolver varios asuntos. El primero de ellos es buscar un recambio para Eduardo García, que el lunes anunció su renuncia como presidente. Como ya se ha informado, circulan varios nombres como posibles alternativas, aunque será una decisión que tomarán los máximos responsables de la Fundación los próximos días.

Esta institución ya sabía desde hace semanas de la intención de Manolo Rubia, actual director deportivo, de jubilarse al final de la temporada. El ejecutivo cajista asumió su puesto en el verano de 2019 tras la renuncia de Carlos Jiménez. En principio se habló de que estaría de forma interina, pero luego se le confirmó en el puesto.

Sin embargo, Rubia ha sufrido un desgaste grande en estos meses por su discrepancias con Luis Casimiro y la dirección del club en materia deportiva y en la confección de la actual plantilla, por lo que se planteó dejar el club tras el verano. Entonces, la Fundación le solicitó que continuase y este accedió por la complejidad de la temporada. Ahora, con el fin de la Liga a la vuelta de la esquina, Rubia lo tenía ya todo preparado para jubilarse tras una temporada compleja en todos los sentidos. Sin embargo, según se explicó a SUR, tanto la Fundación como responsables del banco le han pedido que continúe en su puesto unos meses más.

Aunque la crisis en la entidad de Los Guindos ha explotado esta semana, algunos directivos ya estaban al tanto de lo que se avecinaba, de ahí que hayan insistido en la continuidad del actual director deportivo. Rubia seguirá así en su puesto de forma indefinida para dar estabilidad a la institución mientras llega un nuevo presidente y la espera de que la estructura se recomponga, previsiblemente también con la incorporación de un sustituto para su figura.

El malagueño, aunque nacido en Jimena de la Frontera (en la provincia de Cádiz), cumplió 65 años recientemente y ha desempeñado distintos puestos en el Unicaja. Su etapa en el club no ha sido nada fácil en los últimos años. Ocupó la dirección deportiva en el momento de mayor estrechez económica hasta que la llegada de Joan Plaza tensionó la situación. Carlos Jiménez ocupó su puesto y él fue nombrado director de operaciones para el seguimiento de jugadores potencialmente fichables. Sin embargo, el vacío durante estos cinco años, en los que sufrió también un grave problema de salud, fue grande y, como detalle, en muchas ocasiones tuvo que pagarse de su bolsillo, a pesar de ser responsable de operaciones del Unicaja, los viajes a Estados Unidos para la Liga de Verano de Las Vegas o para visitar a los canteranos Francis Alonso y Rubén Guerrero, luego contratados por el club.

Curiosamente, con la inesperada de salida del club de Carlos Jiménez en plena planificación, la cúpula cajista volvió a acudir a él para que asumiese la parcela deportiva , aunque su margen de actuación ha sido limitado, como ya se explicó al comienzo de esta información al imponerse el criterio de Luis Casimiro con el respaldo de la directiva, de ahí que decidiese dejar el club al final del verano pasado.

En cualquier caso, parece un último servicio del que fuera delegado del equipo durante muchos años y también de la selección española. Su experiencia a nivel nacional e internacional, además de sus contactos a todos los niveles (es una persona de la máxima confianza de los Golden State Warriors en Europa) siempre han sido un recurso del que el Unicaja ha tirado cuando le ha hecho falta, como sucede ahora en medio del terremoto institucional que se vive.