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Málaga no pujará por acoger la Final Four de la Final Four de la Basketball Champions League en los próximos meses. Las experiencias vividas por el Unicaja en la edición del año pasado y en la actual Copa no animan al club cajista a instar ... a las administraciones locales y regional a pelear por el evento.
Durante estos días de la Copa del Rey en Málaga, también se ha hablado sobre el torneo continental que disputa el club cajista. Distintas fuentes indicaron a SUR que este año es distinto respecto al 2023, cuando entonces sí que desde el Unicaja había ese deseo por organizar la fase por el título y tratar de hacer valer el factor campo para conquistar la Champions. La experiencia entonces no fue buena, casi traumática a nivel organizativo, y mucho peor a nivel deportivo, pues el Unicaja acabó cuarto.
La Junta de Andalucía fue la que asumió entonces la mayor carga económica que exigía la FIBA. Fueron dos partes, de las que la administración regional asumió una y el Ayuntamiento y la Diputación se repartieron la otra.
El Unicaja llegaba como favorito y contaba con un gran respaldo de público, pero eso no se tradujo en nada positivo. De hecho, el equipo firmó los dos peores partidos hasta ese momento. Además, se quedó sin premio económico al quedar cuarto.
El Consejo de Clubes de la Basketball Champions League se reúne el próximo día 29 para analizar varios temas y sobre la mesa estará la sede de la próxima Final Four. Durante estos días ha circulado en Málaga la información de que Murcia ya había solicitado de forma oficial ser sede, pero algunas fuentes indicaron que hay interés, pero no una propuesta formal. La idea es que este movimiento se produzca si el UCAM logra alcanzar la fase por el título. La ciudad alemana de Frankfurt también es una alternativa, como lo fue la pasada campaña. Si el Telekom Bonn llega a la Final Four, tendría lógica. Atenas podría ser una alternativa y no se quiere Turquía en caso de clasificación del Hapoel.
Fue evidente que el equipo malagueño se vio superado por la presión de ser anfitrión. Perdió contra el Telekom Bonn y también contra el Lenovo Tenerife. Además, la organización de la Final Four conllevó una gran implicación de todos los estamentos del club, porque la realidad es que la FIBA no ayudó en exceso.
Parecía que se había aprendido la lección a nivel deportivo de cómo encarar una cita de este tipo, pero ha quedado comprobado en la Copa del Rey que la plantilla cajista acusó el impacto emocional de verse con la responsabilidad del anfitrión. Algunos jugadores quedaron empequeñecidos cuando venían haciendo una gran temporada.
La lección parecía aprendida, pero no es lo que se ha visto en la Copa. Al mejor Unicaja de los últimos meses le temblaron las piernas cuando se vio en una situación comprometida como en la que le puso el Tenerife. Nervios, algunos jugadores desaparecidos y mucha precipitación.
Así que por estas dos experiencias negativas, el Unicaja no va a apremiar a las administraciones para que pujen por la Final Four si el equipo se clasificase. Se entiende que el hecho de sentirse anfitrión ha puesto una responsabilidad extra sobre los jugadores que dirige Ibon Navarro, por mucho que se insistiese en los días previos a la Copa en que la lección estaba aprendida. Es cierto que en Navidad, hace dos meses sí se sopesó pujar por la Final Four, pero parece que las cosas han cambiado.
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