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El Real Madrid se impuso al Unicaja en un emocionante partido, con un ajustado final que certificó su victoria tras remontar 12 puntos en contra. ... La batalla táctica marcó un duelo intenso donde los malagueños, liderados por su acierto desde el triple, no lograron frenar la respuesta final del quinteto pequeño madridista.
El primer cuarto comenzó con un Real Madrid que buscaba su referencia interior en Tavares, mientras Llull dirigía el juego en ausencia de Campazzo. La defensa zonal blanca buscaba ralentizar el ritmo ofensivo del Unicaja, pero la puntería exterior malagueña empezó a desequilibrar la balanza. Osetkowski anotó tres triples casi consecutivos que mantuvieron a Unicaja en el partido, pese al dominio en el rebote del Madrid. Con 18 puntos desde la línea de tres y un 60 % de acierto, el equipo local cerró el cuarto con cuatro puntos abajo, pero con pocos tiros y malos porcentajes desde la pintura.
El segundo cuarto continuó el festival triplista del Unicaja, con un Osetkowski imperial, castigando una insistente defensa zonal blanca a pesar de todo, que no lograba ajustarse. Los malagueños encestaron 12 triples en la primera mitad y se marcharon al descanso con dos puntos de ventaja, tras un último triple lejano de Tillie que levantó al Carpena.
Tras el descanso, el Unicaja tomó la delantera con su máxima ventaja (+12) gracias a un Carter letal desde el triple y en el uno contra uno que tomó el relevo de Osetkoswki en el tercer cuarto. Sin embargo, el Madrid que parecía algo desquiciado apeló en el último cuarto al carácter y corazón de un quinteto pequeño, con Garuba de cinco y Hezonja en el juego interior. La defensa individual de cambios, la agresividad defensiva del propio Garuba, Feliz y Ratham-Mayes y el liderazgo de Musa dieron la vuelta al marcador.
Pese a los 23 triples anotados (cifra récord) por un Unicaja que recuperaba las buenas sensaciones, el madrid, con 15 tiros libres, de los 39 puntos anotados en el último cuarto, y la anotación de Hezonja y Musa resistió el empuje local hasta un final agónico, cuando un triple fallado de Carter para ganar selló la victoria blanca en un partido fantástico y lleno de alternativas.
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