![El Lavrio, 16 años con el mismo entrenador y 320.000 euros para toda la plantilla](https://s3.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/202110/18/media/cortadas/lavrio-RbBtJthmgKeu9KCok0xZQ3L-1968x1216@Diario%20Sur.jpg)
![El Lavrio, 16 años con el mismo entrenador y 320.000 euros para toda la plantilla](https://s3.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/202110/18/media/cortadas/lavrio-RbBtJthmgKeu9KCok0xZQ3L-1968x1216@Diario%20Sur.jpg)
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Si el Lavrio compitiese en España, posiblemente lo haría en la LEB Oro. Su presupuesto encajaría más en la segunda división nacional que para competir contra un club como el Unicaja, al que visita este miércoles en el primer partido de la Baskeball Champions League que se va a jugar en la historia en Málaga (20.30 horas, DAZN y Canal Sur).
El modesto conjunto griego representa un caso muy singular en el baloncesto europeo, tanto por su forma de trabajar, como por la gestión de sus recursos y la dirección del equipo.
Esto último es muy llamativo. Su entrenador es Christos Serelis, de 47 años y nacido en Lavrio. Dirige al equipo de su ciudad desde 2005 cuando militaba en la cuarta división de Grecia, por lo que lleva 16 años de forma continuada en el club. Seguramente es un caso único en Europa, y que, por ejemplo, en España, no tiene comparación. Moncho López y Pablo Laso llevan desde 2011 en el Obradoiro, y en el Real Madrid, respectivamente, y son los casos más relevantes.
Serelis es la cabeza visible del club y la persona que ha instaurado un particular método de trabajo y de planificación, que es la clave del crecimiento deportivo del Lavrio, rubricado por la final de la Liga de Grecia que disputó la temporada pasada ante el Panathinaikos. En el país heleno se le conoce de forma cariñosa como el 'Zeljko Obradovic de los pobres', pues superó al ahora técnico del Partizán como el que más tiempo había permanecido al frente de un equipo en Grecia.
La temporada pasada, Serelis fue nombrado mejor entrenador de la Liga y sus ayudantes han sido los elegidos para componer el nuevo cuerpo técnico de la selección de Grecia, que ahora está dirigida por Sotiris Manolopoulos; es decir, el Unicaja estará ante un equipo bien trabajado desde el punto de vista táctico y técnico.
Al margen de la longevidad de Serelis en el banquillo, otro detalle clave en el éxito del club es la capacidad para exprimir un presupuesto que destina 320.000 euros para salarios. Para que el lector se haga una idea, prácticamente todos los jugadores del Unicaja, salvo tres casos, perciben más dinero anualmente que esa cantidad y algunos la doblan...
¿Cómo se es competitivo con tan poco dinero? Pues la respuesta es simple, fichando muy bien y trasladando a los jugadores una idea clara de las necesidades y aspiraciones del club. ¿Dónde fichan? En la liga universitaria estadounidense, porque no pueden competir con otras ligas profesionales. El Lavrio se ha convertido en el primer paso profesional para muchos jugadores americanos, pero no de los que destacan en las universidades fuertes, sino de las 'medianas'...
¿Qué buscan allí? Talento y músculo. «Tenemos claro que al menos cinco de nuestros seis americanos tienen que tener una gran capacidad atlética, porque es algo que no encontramos en el mercado nacional. En segundo lugar, es indispensable que nuestros bases tengan un gran desborde en acciones de uno contra uno y que puedan defender y atacar a jugadores más altos y fuertes. Por último, en la posición de 'cuatro' nos fijamos en que pueda lanzar de tres, tanto después de bote como en estático», explicaba Serelis recientemente en un reportaje del portal Gazzetta.gr.
Pero claro, esos jugadores jóvenes que desembarcan por primera vez en Europa están perdidos, y ahí entra en juego el grupo de nacionales. Ahí también el Lavrio tiene una política curiosa. «Es muy importante tener jugadores griegos motivados. Chicos que conocen la categoría, pero que no estén acomodados, ni hayan ganado títulos. Queremos jugadores con ganas de probar cosas y que tengan un gran apetito por el trabajo. Ellos son los que ayudan a integrarse a los estadounidenses», recalca. Esa mentalización pasa por dejarles claro que la necesidad del equipo pasa por jugar una final cada semana. En ese apartado, los griegos Vassilis Mouratos y Dimitris Kaklamanakis fueron fundamentales en los éxitos recientes. Son los principales puntales helenos del equipo y ya estuvieron con la selección en las ventanas FIBA de la pasada campaña.
Sin embargo, esta política de fichajes choca con la situación económica del club. ¿Cómo se convence a un americano para que dé el salto a un modesto equipo griego con poco dinero? Haciéndole ver que es un gran escaparate para ellos. Un ejemplo claro fue lo que hicieron con Kevin Punter, uno de los mejores jugadores de la pasada Euroliga con el Armani Milán y fichaje estrella del Partizán. Lo tenían controlado cuando jugaba en la Universidad de Tennessee y lo ficharon por 3.200 euros al mes. Sólo unos meses después, el Ostende se lo arrebató pagándole el triple...
Con poco dinero y siendo un buen escaparate, es un equipo acostumbrado a cambiar mucho cada temporada, pero esto está asumido y se confía en la política de fichajes. Sin embargo, el pasado verano, a pesar de perder a jugadores importantes como Alpha Diallo, otro ejemplo de esa promoción, pues ahora juega la Euroliga con el Mónaco, logró retener a su mejor jugador, Tyson Carter. El combo estadounidense será la principal amenaza para el Unicaja este miércoles.
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