La apuesta del Unicaja es Killian Tillie. A falta de que se cierre la operación, que está muy avanzada, lo primero que puede llamar la atención sobre el ala-pívot francés de 26 años (2,08 metros) son esos 851 días de inactividad al ... encadenar una lesión de tobillo y otra de espalda, pero su excelente nivel en la Liga de Verano de la NBA, con promedios de 8,4 puntos y 3,8 rebotes le puso en el foco de muchos equipos, incluso algunos de Euroliga como el Mónaco y el Baskonia (donde jugó su hermano Kim). El Unicaja ha estado rápido y está convencido de que puede ser una buena opción en el mercado.
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Hace unos años se malogró la apuesta por el italiano Marco Spissu por un problema de cadera detectado en el reconocimiento médico, pero ahora en el club lo que se ve es un 'mirlo blanco' (nunca mejor dicho en su condición de jugador europeo no de color) en el mercado que puede resultar una operación muy productiva con un jugador que desea medirse en Europa.
Forjado en Francia en el Centre Fédéral, Killian Tillie continuó su formación junto a un excanterano cajista, Domantas Sabonis, en los 'bulldogs' de la Universidad de Gonzaga (estuvo allí entre 2016 y 2020), donde promedió 9,5 puntos, 4,6 rebotes y 1,4 asistencias. Sin duda, Domas puede haber sido un contacto clave para transmitirle las bondades del club malagueño y la ciudad. En 2018 Killian Tillie fue incluido en el segundo mejor quinteto de la Conferencia de la Costa Oeste tras ser elegido el mejor jugador de ella, mientras que en su última campaña de universitario entró en el primer quinteto.
Tras no ser elegido en el Draft de la NBA de 2020, el 24 de noviembre de ese año firmó un contrato dual con los Memphis Grizzlies (allí no coincidió por poco con Marc Gasol) y con su filial, en la Liga de Desarrollo, los Memphis Hustle. Debutó en la NBA el 28 de febrero de 2021 ante los Houston Rockets, logrando 3 puntos y 1 rebote. Como curiosidad, firmó un contrato de 3,8 millones de dólares con los Grizzlies en enero de 2022. Promedió 3,2 puntos y 1,6 rebotes en 52 partidos en la franquicia antes de lesionarse.
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Killian Tillie es el menor de los tres hijos de una pareja de jugadores profesionales de voleibol, Laurent Tillie, que llegó a dirigir a la selección de su país, y Caroline Keulen-Tillie, neerlandesa. De tal palo tal astilla, Los tres vástagos han sido deportistas de élite. El mayor, Kim, que tiene 36 años (2,11 metros), otro ala-pívot que estuvo en el UCAM Murcia (2012-14), el Baskonia (2014-17) y el Gran Canaria (2018-19), y ahora está enrolado en el Cholet, uno de los equipos que peleará por pasar la previa de la BCL y entrar en el grupo del Unicaja. No sería ninguna sorpresa, ya que el cuadro francés y el PAOK griego son los claros favoritos. El segundo es Kevin (33 años y 2,00 metros), este jugador de voleibol y actualmente en Varsovia. Fue oro olímpico con Francia en Tokio 2020 y campeón de Europa en 2015. Killian, Kevin y Kim, tres 'k', otro detalle que no puede ser casualidad.
Killian responde muy bien en su perfil técnico a las necesidades del Unicaja, que buscaba un 'cuatro y medio' y que no ocupara ficha de extracomunitario. Es un ala-pívot con excelentes porcentajes en el tiro de tres, como ha demostrado en la Liga de Verano con los Grizzlies, y que puede actuar también de 'cinco'. En muchas de sus cualidades Tillie es comparable con el tipo de juego que desarrolla Dylan Osetkowski, que podría no seguir en el equipo en función de lo que determine una posible sanción por dopaje al californiano en las próximas semanas.
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Killian Tillie completaría (salvo que se buscara un reemplazo a Osetkowski) un renovado juego interior cajista. Lo único que ha cambiado en el 'roster' en relación al curso anterior. Se ha marchado Lima (al Leyma Coruña) y se ha retirado Will Thomas, mientras que llegan Tyson Pérez (contratado hace un año pero cedido la pasada campaña en el MoraBanc Andorra) y se prevé que el francés. Lógicamente, habrá un periodo necesario de ensamblaje de piezas, máxime cuando Tillie no ha jugado en la élite en Europa y viene de un largo periodo de inactividad. Un trabajo para afianzar roles y adaptarse a los sistemas que puede acusarse en las primeras semanas de la temporada, en las que el Unicaja se juega pronto dos títulos: la Intercontinental y la Supercopa.
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