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En la valoración del choque por parte de Fotis Katsikaris se mezclaban sensaciones dispares: la de la derrota, pero también la fenomenal reacción del equipo. «En el primer cuarto salimos con miedo dudas, que nos provocaron malas decisiones en ataque, que hace que te equivoques ... en defensa, pero había espíritu de competir aun fallando mucho En el segundo cuarto estuvimos en defensa y a partir de ahí hemos defendido bien, con mucho contacto y buen físico. Después del descanso el equipo se ha armado y ha demostrado que tiene carácter y no baja los brazos contra un Gran Barcelona Al final pudimos ganar el partido y unos detalles son los que han decidido. Estoy orgulloso del equipo por el carácter. Incluso jugando mal, para mí es importante ese espíritu de competir», comentó de forma extensa.
El griego repitió el mensaje esbozado antes de la temporada. «Lo dije al principio, que este equipo puede luchar en todos los partidos. Hay que dar todo. Con esa base sí que podemos mejorar nuestro juego. Si no tenemos el carácter de competir puedes perder de treinta fácilmente contra el Barça, el mejor equipo de Europa ahora», dijo.
Preguntado acerca de la situación física de Eric, reconoció que «ha estado un poco mejor, más agresivo hacia la canasta», y restó importancia al hecho de comenzar reiteradamente mal cada partido: «No lo veo como un problema. Podemos salir desde el salto inicial con la misma energía que defendemos lejos. A veces tenemos pérdidas que podemos evitar, pero es que este Barça no te deja jugar».
El análisis de Jasikevicius
Por su parte, el entrenador del Barça, Sarunas Jasikevicius, valoró así la victoria de su equipo. «Quiero felicitar a mis jugadores. Ganar aquí siempre es difícil. No supimos reaccionar después de cometer muchos errores, y en el primer tiempo tuvimos algo de suerte porque ellos fallaban tiros cómodos. En el segundo tiempo sólo hemos aguantado. Nos metieron 50 puntos en medio partido, cuando hace días al Zenit le dejamos en esos puntos casi en el encuentro entero. Hemos perdido 17 balones».
Además, el técnico lituano también tuvo palabras para el gran homenajeado de la jornada, Carlos Cabezas: «Le echaba cojones en la pista, siempre presionando. De esos que era incómodo jugar siempre frente a él. Además, un tío superalegre. Siempre que lo veo me da buena energía, me hace reír».
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