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Después de un notable primer tiempo, en el que logró contener al Real Madrid, el Unicaja sucumbió al vendaval blanco tras el descanso y encajó una nueva derrota en el WiZink Center (79-74). El tropiezo ante el líder cortó una racha de tres victorias ... consecutivas en Liga Endesa y así valoró su técnico, Fotis Katsikaris el encuentro. «Jugamos un partido bastante bueno… excepto en el tercer cuarto. Nos desconectamos cuando estábamos ocho puntos arriba en el marcador. No fuimos nada inteligentes: hubo una falta que pudimos hacer antes a Tavares, las pérdidas, el balance defensivo… y por supuesto Llull, lo de siempre. Ese parcial nos castigó mucho. En líneas generales el equipo estuvo bien. Luchamos y competimos, pero no tuvimos el acierto que se necesita para ganar aquí«, afirmó el técnico del equipo malagueño, Fotis Katsikaris.
Pese al resultado adverso, el técnico extrajo conclusiones positivas de la cita ante el cuadro de Pablo Laso: «Las sensaciones son buenas, pero no solo para mí. Los propios jugadores tienen que verlo, tienen que sentirlo y tienen que entenderlo. Si hacemos las cosas que podemos hacer, con el talento que tenemos, podemos competir contra cualquier rival en cualquier cancha. Y eso que hoy -por ayer- Norris (Cole) no tuvo su día. Es un hombre muy importante para nosotros, primer anotador del equipo. Tenemos jugadores inteligentes y deben creer en que podemos competir, pero tenemos que estar serios, concentrados y con fe en vencer cada partido».
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Una de las claves del primer tiempo estuvo en el rebote. Los interiores cajistas sujetaron con éxito a Tavares, Poirier y Vukcevic, que hicieron poco daño en ataque, y Unicaja arrolló a su rival en capturas (13-24). En la segunda mitad, en cambio, el Real Madrid también mejoró en ese aspecto y ganó la batalla: «No les dimos segundas oportunidades, pero debajo del aro teníamos que estar mejor, más atentos, con más cuerpo. Tavares y Poirier son grandes. Cada rebote ofensivo que cogieron nos hizo daño: sacaban puntos, un 2+1… Por eso decía que tuvimos una desconexión como equipo en ataque y en defensa en el tercer cuarto».
El preparador heleno, además, se mostró enfadado en uno de sus últimos tiempos muertos, después de que el conjunto madridista se despegase definitivamente en el luminoso: «¿Si quería que el equipo no se desenchufase? Exactamente, es uno de los objetivos desde el primer partido de la liga. El grupo reaccionó. Cada punto vale oro. Si queremos estar en la pelea por la Copa del Rey, sabemos perfectamente que el 'average' va a ser crucial para los equipos que se clasifiquen. Además de eso, no me gusta que bajemos los brazos y tengamos una imagen de dejar ir el partido. Me molesta mucho. El equipo, en los tres últimos minutos, defendió bien y acertó en ataque. Quería despertarlos No sé si tengo que pedir perdón a alguien en la tele, me he ido un poquito». El tropiezo en el Palacio obliga a Unicaja a enlazar triunfos desde ya para poder estar en Granada.
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