El jugador malagueño, a la baja en la Liga ACB

El duelo de este sábado (18.00 horas) ante el Monbus Obradoiro, en el que actúa Guerrero, permite recordar esta circunstancia, además en una temporada en la que de alguna forma ha menguado el protagonismo del pívot malagueño, que después de siete jornadas de competición está promediando en el cuadro santiagués sólo 11 minutos en la pista (frente a los 17 de la 2022-23, la primera suya en Galicia), con 3 puntos anotados, 3,6 rebotes y 5,4 de valoración (por 6,1, 4,5 y 7,6, respectivamente, de la pasada campaña).

Guerrero se suma a los cajistas Alberto Díaz, que no ha comenzado a su mejor nivel la temporada (tras un verano marcado por su presencia en el Mundial) y Mario Saint-Supéry, convertido de momento en el jugador trece de la plantilla, sin hueco en la Liga Endesa si no hay bajas (la pasada semana la hubo, la de Perry, y por eso debutó en este campeonato), pero sí en la BCL, por una cuestión de cupos nacionales, ya que ahí se exigen cinco, frente a los cuatro solicitados en la Liga ACB (hace unos años era uno más).

Se podría hablar de un cuarto malagueño, el base del Covirán Granada Germán Martínez, que ha vuelto este verano de su cesión al Zunder Palencia, con el que subió a la ACB. Martínez nació en Málaga pero se considera granadino. Estudió en los Agustinos de la capital de la Alhambra y allí empezó a jugar al baloncesto, antes de incorporarse en 2016 a la base del Fundación Club Baloncesto Granada, donde ha estado toda su carrera, con cesiones a Plasencia, Villarrobledo y la citada al Palencia.

La realidad determina un escenario que complica mucho el desembarco de jugadores malagueños o nacionales en general en el baloncesto profesional español. El salto a la ACB de los júniors con proyección es muy alto, sin presencia apenas de equipos filiales en un escalón intermedio de cierto nivel, como la LEB Oro.

En Málaga se vivió esa experiencia en los años del Clínicas Rincón, por el que pasaron, entre otros, Díaz y Pozas, pero al no haber ya un conjunto de esa entidad, sino un júnior en la EBA, la exigencia cara a los jóvenes se ha multiplicado. Muchos optan por seguir su formación en universidades norteamericanas. Fue el camino seguido por Guerrero y Alonso, y ahora por Álvaro Folgueiras. También ha dado este paso Carla Viegas, el mayor talento en féminas.

A nivel nacional la fuga se da de una forma más que evidente. Izan Almansa o Aday Mara, son dos de los casos más notorios, pero hasta sucede que nacionales con mucha proyección emigran a otros países, como el base internacional absoluto Juan Núñez, revelación del último Mundial y que salió del Real Madrid para irse al Ratiopharm Ulm, de la Bundesliga.

Al menos Málaga, con el único conjunto fijo en las últimas décadas en la ACB, el Unicaja, copa la lista de andaluces en el torneo. De los cinco de la comunidad, todos son de la provincia (si se incluye a Germán Martínez) excepto el granadino Manu Rodríguez, del Zunder Palencia.

Andalucía, con cinco jugadores, se ha visto muy relegada. De los 67 nacionales (cifra inferior a la de cupos de formación) de la Liga, hay veinte catalanes, once baleares, ocho madrileños, cinco canarios, cuatro aragoneses y gallegos, tres valencianos, dos murcianos, vascos y castellano leoneses y un extremeño.