El jugador malagueño cotiza a la baja en la Liga ACB

La explicación está en dos casos concretos. Pepe Pozas se encuentra todavía recuperándose de la lesión de rodilla que sufrió en la recta final de la temporada con el Betis. El base se rompió el tendón rotuliano y no volverá a las pistas hasta diciembre. Está entrenando en Málaga y ya ha comenzado con el trabajo en pista.

La situación de Francis Alonso es distinta. El escolta también se lesionó justo al final de la temporada con el Surne Bilbao, también una lesión de rodilla, aunque menos grave que la de Pozas. Alonso está entrenando en Los Guindos durante todo el verano, pero no ha tenido ofertas en firme de clubes de la ACB, por lo que finalmente aceptó el ofrecimiento del Estudiantes para jugar en la LEB Oro. Allí espera recuperar sensaciones y tener más minutos.

Pozas y Alonso formaron junto a Díaz, Guerrero ese núcleo malagueño de referencia, con los tres últimos siendo citados además de forma habitual por la selección nacional. La alta competencia de la Liga ACB y la ausencia de oportunidades provoca el flujo local hacia la élite sea ínfimo. El problema es que no hay un relevo generacional claro. El único que aparece con opciones es Mario Saint Supéry, que este año jugará poco en la ACB después de que el Unicaja fichase a Kameron Taylor como recambio de Brizuela. Las opciones del jugador nacido en Rincón de la Victoria pasan por tener minutos en la Champions League y no serán muchos, así que la posibilidad de una cesión a un equipo de la LEB Oro está encima de la mesa. Si Saint-Supéry se marcha, entonces Alberto Díaz y Guerrero estarán solos.

Tampoco en la LEB Oro hay un relevo. En el Albacete ha jugado las últimas temporadas Víctor Ruiz, un alero de dos metros y 28 años con un físico fantástico formado en la cantera del Unicaja. Esta temporada ha promediado cinco puntos, cinco rebotes y dos asistencias con un equipo que acabó descendiendo.

Quizá la alternativa esté en Estados Unidos. Jesús Carralero seguirá allí al menos un año más, quizá dos, después de que el Unicaja tratase de 'repatriarlo'. Fichó hace unos meses por la Universidad de Missouri y repetirá en la NCAA. También exploró opciones en la ACB y en las Ligas LEB Golden Dike, pero el pívot aprovechará el año extra por el COVID y seguirá en Loyola Maryland. Por su parte, Álvaro Folgueiras, un proyecto claro de jugador ACB, jugará en una universidad pequeña como Robert Morris. Ahora bien, los jugadores que se van a la NCAA luego tienen que demostrar que están preparados para competir en la ACB. No todos lo están y precisan de un tiempo de adaptación, quizá en la LEB Oro.

Evidentemente, detrás de todo esto hay un claro problema en la base, pues el Unicaja, como principal club de la provincia, no está generando jugadores. La ausencia de un equipo puente en la LEB Plata y esa competencia de las Universidades americanas, son aspectos que influyen, pero no son los únicos problemas...