Imagen del Belgrado Arena semivacío antes del comienzo de las semifinales. JUAN CALDERÓN
Opinión

Belgrado: una falta de respeto a los aficionados

Quinto cuarto ·

La decisión de la Basketball Champions League de celebrar la Final Four en la capital serbia es un desastre para la imagen del torneo y una falta de respeto para las aficiones

Juan Calderón

Enviado Especial. Belgrado

Sábado, 27 de abril 2024, 09:08

Posiblemente, la Final Four de la Basketball Champions League que este domingo conocerá a su campeón es uno de los torneos europeos con menos presencia de aficionados en las gradas que se recuerdan. El aspecto que ayer ofrecía el Belgrado Arena semivacío y con un ... puñado de hinchas de cada equipo rociados por el imponente pabellón es un desastre para la imagen del torneo y también una falta de respeto para los clubes y sus aficiones, que durante ocho meses han hecho un gran esfuerzo para estar a la altura de una competición que casi sólo ha tenido interés en su recta final.

Publicidad

Uno de los grandes argumentos de la FIBA desde que creó este torneo ha sido que primero está el interés de los aficionados, los méritos deportivos para participar y el beneficio económico para los clubes. Nada de esto se ha cumplido con la elección de Belgrado, como se pudo comprobar en los encuentros de semifinales. Poco más de 2.000 espectadores en un pabellón con capacidad para 24.500 completaron una escena ridícula que hoy tratará de justificar el máximo responsable de la competición, Patrick Comninos, en una rueda de prensa.

Por poner un ejemplo cercano, ayer se dieron cita en el Carpena más aficionados que todos los que han hecho un esfuerzo enorme para estar en Belgrado, una ciudad fantástica, pero alejada de los puntos de origen de los cuatro participantes y a la que no se resulta barato desplazarse. Había otras opciones más favorables, pero la FIBA ha optado seguramente por la que más pagaba.

De nada ha servido instalar una superficie tan innovadora como el 'suelo de cristal' sobre el que se está jugando la Final Four y tampoco que el realizador de televisión se afanase por no mostrar gradas vacías. El ridículo ya está hecho. Para maquillar la situación, la organización decidió reubicar a los aficionados en una misma grada y así poder mostrar algo más de ambiente sin pensar siquiera en que pudiese generarse algún incidente. Todo por salvar el 'show'. Por suerte, los aficionados del Unicaja y el Murcia estuvieron muy por encima de la organización y de la FIBA, y se volcaron con sus equipos.

Publicidad

Resulta llamativo que la FIBA se empeñe en desprestigar el gran activo de una competición de un nivel cuestionable como la Champions. Si su joya es la Final Four, lo lógico sería cuidarla y definir la sede con mucha más antelación. El año pasado la elección de Málaga se hizo de forma atropellada y sólo se salvó por el gran despliegue del club. En Bilbao, un año antes, pasó lo mismo, gradas vacías que sólo la afición del Manresa copó en la final. En Belgrado, otro error enorme. Incluso si el Unicaja sale de aquí con la Copa, esta edición será recordada por la imagen de un pabellón vacío. Ocho meses de esfuerzo por parte de los clubes y sus aficiones no se merecen esta falta de respeto.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad