Jakub Urbaniak, un curioso y atípico regreso a Málaga

Su caso es muy particular, de hecho habrá aficionados que no lo ubiquen y es que durante su etapa en la cantera del Unicaja se le conocía por el apellido africano de su padre, Coulibaly. Sin embargo, desde hace ya varios años utiliza el de su madre, de nacionalidad polaca. Sus quince años en Málaga no fueron fáciles por una compleja situación familiar, pero esto no impidió que gracias al apoyo del Unicaja y sus técnicos mantuviese su interés por el baloncesto.

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Jakub Urbaniak estudió en el Colegio La Goleta y tenía que cruzarse Málaga cada día para entrenar en Los Guindos. Con unas grandes cualidades físicas, 2,06 metros ahora, se le adivinaban grandes posibilidades, aunque no terminaba de destacar. Como en otros casos de jugadores con proyección, el hecho de que el Unicaja no tuviese un equipo en la LEB Plata impidió su desarrollo en Málaga. Así que con 18 años y finalizada su etapa de formación, tuvo que emigrar. Primero probó en la Get Better Academy en la República Checa, donde además mejoró su nivel de inglés, y no tardó en ser reclutado por Polonia para el Europeo Sub-20 de 2022, donde firmó muy buenos partidos. Aquello le valió para firmar su primer contrato profesional con el Trefl Sopot polaco que entonces dirigía Zan Tabak.

El hecho de tener la nacionalidad polaca gracias a su madre le permite tener condición de jugador formado localmente, lo que se conoce como cupo, tanto en España como en Polonia, de ahí que sea un activo interesante en el mercado, especialmente por la progresión que se le adivina y por sus condiciones físicas. De hecho, Polonia lo mantiene en sus planes de futuro y su nombre aparecía en los preseleccionados para la última ventana de selecciones, aunque no entró en la lista definitiva que jugó los recientes partidos de clasificación para el Europeo de 2025.

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La apuesta del Gran Canaria por él fue firme y Jakub Urbaniak respondió mostrando un gran nivel en la LEB Plata, en la que la campaña pasada promedió Sus números: 15,1 puntos, 7,6 rebotes y 14,6 créditos de valoración en 29 minutos de media. Siendo la referencia del filial canario, también entrenaba a las órdenes de Jaka Lakovic con los profesionales. El técnico esloveno dio luz verde a su ascenso a la primera plantilla el pasado verano.

Con 21 años y 2,06 metros, el pasado 28 de septiembre debutó en la Liga ACB en la victoria del Dreamland Gran Canaria ante el Andorra (71-91), aunque luego sólo participó en dos partidos más, ante el Manresa y el UCAM Murcia, de hecho todavía no ha anotado ningún punto, algo que curiosamente podría producirse en la cancha en la que siempre soñó jugar con la camiseta del Unicaja.