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«Es pronto. Aún tengo mucho margen de mejora, pero de lo que más satisfecho estoy es que me encuentro sin dolores», declaró Jaime Fernández hace justo una semana en la sala de prensa del Martín Carpena. A sus 28 años, queda olvidado el calvario ... de sus molestias en los dos talones de Aquiles, que le llevaron a pasar por el quirófano y verse lastrado en el final de la campaña 2019-20 y el comienzo de la 2020-21. Por eso todos los analistas coinciden en la previsión: este ha de ser el año del 'combo' madrileño, libre ya de ataduras en lo físico y, a sus 28 años, en la madurez de su carrera.
Su exhibición el domingo ante el Obradoiro (24 puntos, ocho asistencias y 34 de valoración en 27:12 minutos) fue de las que se recuerdan, abriendo brechas decisivas en el marcador. Pero no fue una sorpresa. Se le ve tan fino como en sus primeros meses con la camiseta del Unicaja, confirmando las sensaciones apuntadas durante el verano, donde ha mantenido un nivel de juego muy alto ya sea en la dirección o como escolta.
Fotis Katsikaris se extendió en las alabanzas al final del partido. «Ahora se ve el trabajo que ha hecho en verano. Tiene otra velocidad, y esa velocidad le da la confianza de jugar como lo ha hecho hoy. También está más maduro, menos acelerado y con más control del balón en sus manos. Es un lujo y que siga así. Atrás estuvo espectacular. Hoy ha hecho un partido brillante y mañana será otra cosa, ya veremos».
Aludía Katsikaris al trabajo realizado en Madrid, durante las vacaciones de la plantilla, con un entrenador de su agencia de representación (BDA, de Quique Villalobos). Este esfuerzo, del que mostró detalles desde su perfil de Instagram, ha tenido recompensa ahora en un año en el que está llamado a asumir galones en el equipo.
El Unicaja ha sufrido en los últimos años un vacío importante en la dirección, e incluso ahora no encuentra esa figura en Norris Cole ni en Alberto Díaz. El primero, un perfil de base anotador y que destaca sobre todo en ataque, capaz de jugarse canastas decisivas, y el canterano, un buen defensor y un jugador muy agresivo en la pista, no tiene esa facilidad natural de Jaime Fernández para hacer jugar bien al equipo.
Se dio el caso de que no jugó demasiados minutos para sus grandes cifras, y Katsikaris excusó que se quedara al borde del MVP de la jornada. «Lo cambié para que cogiera aire, y estábamos veinte puntos arriba a tres minutos del final. No fue una cuestión de relajación».
Es una campaña clave para Jaime Fernández no sólo en su rol de líder en el Unicaja, a meses de que expire su contrato, sino también cara a su promoción en la selección española de las ventanas, que en los próximos meses comenzará a jugar la clasificación para el Mundial de 2023. En pleno proceso de relevo generacional, con el ocaso de la hornada de 1980, es un momento para que el madrileño refuerce sus opciones de asentarse en el combinado nacional.
Finalmente, para Jaime Fernández los 34 de valoración que sumó el domingo suponen la séptima ocasión en que el madrileño consigue superar la barrera de los 30 vestido de verde. Sucedió tres veces en su primera campaña en Málaga, en la 2018-19: en la cancha del Urbas Fuenlabrada (79-93, con 32 de valoración), en el Carpena contra el Cafés Candelas Breogán (35 de valoración y victoria por 78-72), y en un duelo de más exigencia, contra el Real Madrid, (34 de valoración y victoria por 103-102).
En la 2019-20, contra el Herbalife Gran Canaria llegó a su tope, 38, en una victoria por 79-76, y contra el Kirolbet Baskonia (30 de valoración y victoria por 82-72) y, por último, contra el Joventut (33 de valoración y victoria por 77-90 en la 2020-21. En definitiva, en las siete ocasiones que Jaime Fernández ha sumado 30 o más de valoración, el Unicaja ha conseguido el triunfo.
Los 34 puntos de valoración de Jaime Fernández lo dejaron a sólo uno del ganador del MVP de la jornada, el alero del Breogán Musa, que se fue a los 35 el sábado en el duelo ante el Iberostar Tenerife, con 25 puntos, 4/4 en triples en 28:58 minutos en la pista.
Además, el gran partido de Jaime Fernández le supuso la segunda mejor marca de un jugador del Unicaja en el estreno de una temporada. Estuvo únicamente superado por Tony Massenburg, que en el primer partido del curso 1992-93 consiguió 26 puntos, 10 rebotes y 8 faltas recibidas para 35 de valoración. Una actuación, la de Massenburg, que, al igual que la protagonizada por Jaime Fernández, también valió una victoria, en este caso del Unicaja Mayoral a domicilio ante el Taugrés (80-84). Ambos partidos, además, se disputaron un 19 de septiembre… pero con 29 años de diferencia.
Puntos: 28 (4-10-2018, en un Fuenlabrada-Unicaja), frente a los 24 del domingo.
Valoración: 38 (7-12-2019, en un Unicaja-Gran Canaria), por los 34 del domingo.
Asistencias: 11 (3-11-2018, en un Burgos-Unicaja), por 8 del domingo.
Triples: 8 (4-10-2018, en un Fuenlabrada-Unicaja), frente a los dos anotados el domingo.
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