Intensidad y ansiedad

Pero todo cambió con la presencia de Jovic que mejoró el juego colectivo, cumplió mejor sus objetivos, donde los hombres grandes del Valencia empezaron a dominar el juego en la pintura para ir igualando poco a poco el marcador. A pesar de ello el Unicaja alcanzó los 26 puntos en este cuarto, gracias al un altísimo porcentaje en el tiro del tres puntos con 4 de 5 anotados y un 80% de efectividad.

El segundo cuarto con un Valencia más entonado en defensa se vivieron minutos de desconcierto, pero el dominio en el rebote y su constantes dominio en el juego interior, con muchos puntos en la pintura, le acercaban de nuevo en el marcador. Los minutos de Kravish para su debut en la temporada demostraron que aún está muy lejos de su mejor forma.

En el tercer cuarto el Unicaja conseguí una ventaja de 10 puntos, pero irrumpió el acierto de otro debutante en la competición, Ojeleye, el mejor jugador del partido, que anotó diez puntos seguidos para igualar el marcador.

En el periodo final ambos equipos ofrecieron un espectacular nivel defensivo e irreprochable generosidad. El Valencia fue encontrando el acierto en el triple que no habían tenido hasta entonces, lo que le daba mayor equilibrio a su juego y le permitía empezar a dominar el marcador con pequeñas diferencias, y eso a pesar de continuas pérdidas de balón que el Unicaja no supo aprovechar por la ansiedad que mostró en ataque que les llevó a una mala selección de tiro y bajos porcentajes, donde Perry volvió a ser el mejor de su equipo. Mumbrú consiguió imponer su poderío, parar la anotación del Unicaja en sus transiciones y bajar sus porcentajes.