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Es la jugada más espectacular del baloncesto y la que genera más expectación y pasión entre los aficionados. Cuando un jugador machaca el aro rival, el público lo celebra de forma especial. Es una demostración de fuerza hacia los rivales e incluso refuerza la mentalidad de quien lo realiza. El Unicaja tiene este año en su plantilla grandes matadores. El más destacado es Josh Adams, cuyas acciones están dando la vuelta a Europa como ocurrió con ese mate de concurso ante Bourousis en el partido frente al Gran Canaria. Tambien es habitual ver a Elegar colgarse del aro rival, o a Ejim y Toupane, pero lo que no es frecuente es que lo haga Carlos Suárez.
El capitán del Unicaja machacó la canasta del Oldenburg el pasado martes en una acción que está siendo muy comentada en el vestuario cajista. No es frecuente que lo haga, de hecho fue la primera vez que hacía un mate en un partido de competición europea con el Unicaja y eso que ha jugado ya 138 partidos entre Eurocup (42) y Euroliga (96). Sus compañeros bromearon con la acción que supuso el 22-12 en el primer cuarto del partido. Echando la vista atrás, la acción del madrileño es más curiosa teniendo en cuenta que es un ala-pívot, acostumbrado a jugar cerca del aro, por lo que tiene la posibilidad de finalizar así con frecuencia. Suárez es muy raro que lo haga y casi siempre opta por algo menos contundente. En sus siete temporadas en Málaga, sólo había realizado tres mates en un total de 367 partidos.
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