Igor Crespo vuelve a Málaga con Abromaitis

La amenaza del entonces gerente, Ángel Bordes, de mandar a Abrines toda la temporada a la grada si no renovaba, rompió la negociación y generó un conflicto mayúsculo. Luego llegó el famoso burofax y la posterior negociación con el Barcelona por la que el Unicaja acabó cobrando unos 600.000 euros por Abrines.

Aquello rompió la relación de Crespo (Xphere Sports) con el Unicaja, con el que hasta entonces había mantenido buenos lazos, como lo demuestran los fichajes de Pepe Sánchez, Skjoldebrand y el propio Abrines y otros muchos jugadores.

Pero el tiempo cura las heridas y tres años después de aquello, en 2015, los caminos del Unicaja e Igor Crespo volvieron a cruzarse a propósito de Marko Todorovic. El contrato del pívot balcánico estaba redactado, pero se quedó sin firmar porque apareció el Khimki con una oferta mareante. Luego el Unicaja lo volvió a intentar un par de campañas después, pero tampoco pudo ser. No había manera...

Así hasta llegar a Abromaitis. El ala-pívot estaba representado hasta hace unos meses por Stefano Lupatelli, veterano agente italiano que ahora ejerce de ojeador en Europa para los Minnesota Timberwolves. Su cartera, la del estadounidense Doug Neustadt, que era pieza clave para el futuro de Abromaitis, pasaba a Igor Crespo, agente también de Mirotic, Shavon Shields, Ettore Messina, Abrines, Albert Ventura y Abalde, entre otros.

El Unicaja se entendió rápido con Crespo para apalabrar la llegada de Abromaitis, pero el interés del Tenerife y el hecho de que la novia del jugador es tinerfeña hizo dudar al jugador. Una última reunión entre el agente y el Unicaja hizo ver a los representantes estadounidenses que la propuesta cajista era mejor en todos los sentidos. Ahí se cerró el acuerdo, el fichaje de Abromaitis y el 'regreso' de Igor Crespo a Málaga poniendo así fin a varios años de desencuentros y de un quiero y no puedo.