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Cerrados dos de los frentes competitivos de la temporada 2022-23, la Champions y la Copa del Rey, el Unicaja se dispone a definir su balance en el torneo de la regularidad, la Liga Endesa. Este domingo comienzan los 'play-off' por el título, y el cuadro malagueño arranca la serie al mejor de tres partidos en el Santiago Martín ante el Lenovo Tenerife (a las 21.00 horas peninsulares). Sin factor cancha y ante un rival más que conocido. ¿Es favorito? ¿Sería una decepción no acceder a semifinales? Sobre esto se pronunció este viernes su entrenador, Ibon Navarro.
«¿Cuáles eran los objetivos de este equipo el 9 de agosto? Jugar Copa del Rey, estar en 'play-off' y la final four de la BCL. Ha sido un tres de tres y, además, con un título (el de Badalona). Está claro que a medida que avanzan las cosas te ves con ganas de más. Ahora exigir al equipo estar en semifinales de la Liga sería bonito, pero es irreal. Es una temporada muy buena, los objetivos están cubiertos y eso es quizás lo que no entendimos antes de jugar en la Final Four», argumentó el preparador navarro.
¿Y cuáles pueden ser las claves para sorprender al Tenerife? Será ya el quinto duelo del curso entre ambos, y de momento con un dos a dos en el cara a cara (el Unicaja ganó en casa en la Liga y en la final de la Copa, pero cayó fuera en el torneo regular y en el tercer y cuarto puesto de la BCL). «A estas alturas puede haber detalles, que algún equipo sume una canasta fácil con algo que se pueda preparar. El equipo que consiga llevar el partido a lo que mejor sabe hacer tendrá mucho ganado. El número de veces que corremos la pista en los cuartos ganados está muy por encima que cuando perdemos los cuartos, así que por ahí puede estar la clave», sostuvo Navarro.
«Necesitamos un ritmo alto, para eso hay que estar bien en defensa dominar el rebote, que el partido no se frene demasiado por su acierto -continuó-. Hay momentos que hacen balances defensivos de clinic, pero sabemos que haciendo eso bien vamos a estar cómodos. Vamos aprendiendo poco a poco como jugar con ellos, aunque es difícil y ellos hacen cosas. Depende mucho de su acierto, que al final ha sido clave junto al ritmo de los partidos que hemos perdido».
Buena parte de la comparecencia de Ibon Navarro giró en torno a las dudas sobre el estado físico de Alberto Díaz y Barreiro, el primero con una sobrecarga en el gemelo de la pierna en cuyo tobillo estuvo lesionado, y Barreiro, con un problema muscular a nivel del cuádriceps. El dilema para el técnico es claro, si forzarlos ante la hipótesis de que queden sólo dos o tres partidos de curso o si sería contraproducente que jueguen si su nivel es bajo.
«Vamos a hacer un esfuerzo para que lleguen el domingo y, si no, que estén con más posibilidades para el jueves. No tenemos la capacidad de guardarnos un jugador para las semifinales. Si vemos que no está bien para el domingo lo guardaremos para el jueves, Igual que con Jonathan», dijo, y añadió que «creo que hemos vuelto al nivel de los partidos anteriores antes de Madrid y la Final Four, con jugadores fuera de su rol, y perdemos en ciertas cosas. Aunque sabemos que si Alberto ni Jonathan pueden jugar el domingo tenemos recursos, la mala es que somos un equipo que necesitamos a todos».
Además, el técnico trató de abstraerse del hecho de que el factor cancha sea para el Lenovo Tenerife, que jugará el primer partido y un hipotético tercero en su pabellón. «Cuando juegas tantas veces con el mismo rival es algo que se diluye. Si lo tuviéramos estaríamos preocupados también porque el primer partido hay que sacarlo, pero está claro que me gustaría tener dos partidos en casa. Sentimos que es muy difícil ganar en el Santiago Martín pero podemos hacerlo. No estuvimos lejos cuando jugamos allí. Es difícil predecir lo que va a pasar. No siento que el factor cancha vaya a ser decisivo», afirmó.
Finalmente, comentó que Marcelinho Huertas «con 40 años está mejor que con 28» y habló sobre las posibilidades de futuro de Carter como base, rol que ocupa ahora ante las ausencias de Díaz: «Ha sido un recurso por los problemas que hemos tenido. Ha tenido partidos muy buenos, quizás porque ha tenido más el balón en las manos y ha tenido una exigencia defensiva menor o el nivel de presión al que le han sometido ha sido menor. Hay que contextualizarlo todo, cómo juega el rival, no solo los puntos que ha metido. Con 25 años tiene mucho margen para aprender o mejorar en la posición de 'uno', sobre todo en condiciones más adversas. También pasa por ganar algo de peso en el tren superior, pues ahí sufre algo más».
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