El entrenador del Unicaja, Ibon Navarro, ofreció este viernes su última rueda de prensa de la temporada, aunque el partido contra el Breogán de mañana sábado (18.00 horas) no fue el tema principal. La comparecencia del vasco estuvo centrada en su futuro, en su ... continuidad, el balance de la temporada y en lo que pueda pasar en el futuro. El técnico reconoció cierta decepción con el rendimiento del equipo y asumió toda la responsabilidad, a pesar de que en un determinado momento las lesiones lastraron cualquier capacidad de mejora.
Publicidad
Navarro se pronunció por primera vez sobre su continuidad. Hay que recordar que su contrato contempla la renovación si el equipo queda entre los doce mejores, si bien el club puede rescindirlo previo pago de una cantidad. «Sí hemos hablado del futuro, note voy a engañar, y nos hemos emplazado al lunes para hacerlo de forma seria oficial y definitiva. Queríamos esperar al final de la temporada hacerlo lo mejor posible, pero el resultado no ha sido el mejor y todo lo bueno que nos hubiese gustado. El lunes nos sentaremos y haremos una valoración final y veremos dónde estamos», dijo en su primera intervención.
Navarro fue sincero al reconocer que no ha sido posible construir una buena base para el futuro con esta plantilla y lo justificó así. «No, realmente no. Dentro de lo que para mí es construir, empezar a hacer cosas, dar una identidad que te identifique como equipo y dar unos valores. No es por fala de deseo y trabajo. Cuando estábamos en el punto crítico de pasar al siguiente nivel, las lesiones no nos ayudaron y nos obligaron a cambiar cosas y cambiar el estilo de juego por la falta de cuatros abiertos. Esto nos ha hecho dar varios pasos atrás y nos quitó el equilibrio y el acierto. No creo que sea excusa, pero no sería justo no mencionar el problema de las lesiones. No nos ha ayudado. No hemos sido capaces de reaccionar en poco tiempo», explicó.
Cuestionado por si le ha decepcionado el nivel de la plantilla, Navarro apuntó que el equipo ha trabajado y no puede tener queja de ello, pero la recta final de la temporada ha estado muy condicionada. «Me ha decepcionado el resultado al final por el trabajo del cuerpo técnico y de los jugadores. No hay culpables, solo un responsable que soy yo. Lo ideal es que pudiésemos haber construido algo, pero por desgracia, no lo hemos conseguido. Conozco el club y el club me conoce más de cerca y los jugadores a mí, podía haber sido un primer paso, pero esta inestabilidad por lesiones y cambios de jugadores no nos ha dejado crecer lo que nos hubiera gustado. La cara que me has visto poner (muy contrariado) es por descontento conmigo mismo y el responsable soy yo», repitió una vez más.
Cuando se le preguntó la dinámica del club, Navarro echó la vista atrás y recordó que lo vivido esta temporada no es una situación aislada. «El club tiene potencial, sin duda, pero no hay que olvidar que este equipo acabará el doce y el año anterior el undécimo y el otro también cuando se paró la Liga. La realidad es que el club está donde está; no es un accidente. Es una línea que está pasando... No es un accidente. Esto está así. Estoy convencido de que hay potencial para estar más arriba; absolutamente convencido», destacó.
Publicidad
El domingo el entrenador se lamentó de que hubiese jugadores más pendientes de que acababan contrato de estar centrados en la competición y justificó sus palabras por lo que ve en el día a día. «Realmente el jugador no tiene esa necesidad de demostrar en el día a día de que es mejor. Cuando estás en un estado de tensión, te agarras a lo que sabes que eres bueno, a lo que te define como jugador. Nuestros jugadores tienen un talento brutal y se agarran a eso, si tuviésemos peleones, se agarrarían a eso. En el día a día, no pasa esto porque el estado de estrés y emocional es el que es que en el caso de jugadores que tienen la necesidad de mejorar. Los jugadores que vayan el año que viene a otro lado lo van a hacer muy bien y nos tiraremos de los pelos y diremos que cómo es posible... Es posible porque son muy buenos. Lo que pasa es que no puedes tener tantos jugadores tan buenos haciendo lo mismo, porque no pueden convivir. Como en el día a día no hay ese estado de estrés, se centran en eso, pero no han asimilado la capacidad que tienen para que cuendo llegue el momento de presión y estrés sean capaz de demostrarlo en el campo», explicó.
Llegados a este punto de la larga rueda de prensa, a Ibon Navarro se le preguntó si los jugadores que llegan al Unicaja se acomodan por distintas cuestiones y su reflexión fue la siguiente. «Uf, eso daría para una conversación más larga. No diría que se relajan, no es cierto que aquí no rindan bien, porque hay jugadores que aquí jugaron mejor de lo que lo hicieron antes de llegar y mejor de lo hicieron después en otros equipos. Creo que, por dar un nombre, el baloncesto que hizo Granger aquí fue de otro nivel. Aquí dieron su máximo nivel muchos y además fue cuando el club estuvo mejor. No creo que los jugadores que tenemos sean incompatibles. Cuando alguien hace algo nuevo, la gente piensa que es un error hasta que funciona. Igual podría haber funcionado tener jugadores con tanto talento, pero los que hemos estado aquí no lo hemos conseguido. No hablo de culpables, sino de responsables y en este caso soy yo», analizó.
Publicidad
El entrenador del Unicaja también habló de la situación de Nzosa, que el domingo jugó algunos buenos minutos ante el Manresa y dio su opinión cara al futuro. Lo definió como un valor de club muy alto. «Creo que mis sensaciones es que el año pasado competía mejor de lo que trabajaba y este año es al revés. También influye la posición en la que juega. Creo que potencial es en cuatro y tres, por su nivel defensivo. Es más fácil jugar de cinco que de cuatro y tres. Cuanto más registros tenga, más opciones tendrá de triunfar. Debe gestionar los errores. Al final no había nada en juego. Tuvo errores, pero jugó sin tensión, superó eso, como Oliver o Mooney, porque non tienen la mochila de estar en el Carpena perdiendo de 20. Es un valor de club muy alto.», destacó.
Por último, el partido ante el Breogán también fue analizado, aunque el Unicaja y el equipo gallego no se juegan nada. Navarro espera que sus jugadores tratan de disfrutar del último encuentro que van a jugar juntos, a pesar de las circunstancias. «La energía del equipo no es buena, no es positiva ni ilusionante. Tenemos dos formas de afrontarlo, esperar que acabe o disfrutar del entrenamiento y del partido. Disfrutar de esta andadura que tenemos como equipo, porque de lo contrario van a ser 36 de suplicio... Musa va a estar. Es candidato a ser MVP, será su último partido y quiere despedirse. Lo hará con ganas. Nos vamos a encontrar ese ambiente que ha habido allí todo el año. Debemos dar una buena imagen y dar una buena despedida a nivel colectivo e individual. Si pensamos que va a ser un suplicio, lo será más», finalizó.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.