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Tras una semana rara, en la que el Unicaja pasó del negro al blanco en cuestión de cuatro días tras caer en Manresa y sacar el rodillo en Turquía, Ibon Navarro encaró la previa del encuentro ante el Joventut (sábado, 20.45 horas) con serenidad ... y ofreciendo un mensaje de tranquilidad con matices de hambre y ambición. Hizo balance la montaña rusa que han sido estos últimos días en materia de resultados. «No sé cómo están los chicos, tuvimos un viaje eterno... El partido de Turquía no compensa nada, porque no es perder un partido, es que perdimos de 40. Pero este equipo se ha ganado el crédito de que no se dude», introdujo.
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Volvió a reivindicar eso de que las derrotas alimentan el hambre: «Este equipo se ha acostumbrado a ganar. A veces olvidas el motivo de por qué hacer las cosas bien. Cuando vimos que no íbamos a ganar dejamos de competir. Y lo más importante es el partido que hizo el Manresa, eh, porque no todo depende de nosotros. Hay que competir a pesar de los desaciertos y los infortunios. Dentro de lo negativo hay una parte buena», agregó al respecto.
Siguiendo con esta línea temática, se reafirmó, pese a las sensaciones que transmitía el equipo y a ese 5-0 en el global de victorias cuando recién arrancó la Liga, en que no estaban bien. Usó un divertido símil con el estudiante inteligente que no se aplica para ilustrar la situación: «El equipo está al 60% porque hace muchas cosas mal, pero gana. Es como el estudiante listo, pero que es vaguete, y cuando llega la asignatura que le gusta y se pone las pilas. Cuando no tienes al amigo para copiarte, pues la cagas… No hay que jugar enfadados, hay que hacer las cosas bien. Todavía quedan 28 partidos de Liga y un montón de Champions… Nos queda mucho margen de mejora. Tenemos que mejorar, simplemente, no rehacerse de lo de Manresa. Tenemos que subir todavía nuestro nivel medio... Ganar es difícil».
Después de la sesión de entrenamiento de este viernes sabrá si puede contar con Alberto Díaz y con Kameron Taylor, los 'tocados', que se perdieron el partido de Champions contra el Petkimspor en Turquía debido a sus problemas físicos. Deja su presencia en un interrogante, pero no descarta que puedan llegar. De no llegar, volvería a contar con siete interiores y sólo cinco exteriores: «Es verdad que hay un jugador como Melvin Ejim que nos ha ayudado a equilibrar algo, pero aún así siguen siendo seis jugadores exteriores para tres posiciones y seis interiores para dos. Es un desequilibrio muy grande».
De la Penya, su próximo rival, destacó el momento en el que se encuentra su estrella, Ante Tomic, «que es del club de Marcelinho Huertas y que está jugando el mejor baloncesto de su carrera», y elogió su manera de competir, aun con la baja de Gates y pese a que algunos enfrentamientos reñidos cayeran del otro lado: «Ha tenido muchos partidos ahí: recuerdo Trento, Gran Canaria y Zaragoza, tres partidos que los tenían ganados y se les han ido en los últimos minutos. La de Gates es una baja muy sensible para ellos. No es normal jugar con un equipo con dos jugadores tan grandes. Han tenido minutos de jugar con dos cincos grandes y les ha dado buenos resultados. Ha cogido una muy buena línea y en los últimos partidos está compitiendo muy bien».
En el Olímpic, pese a los buenos recuerdos de la Copa del Rey de 2023, el primer título de la 'era Ibon Navarro' en el Unicaja, el equipo no ha sido capaz de ganar en la fase regular de la Liga, además de ser el feudo en el que se terminó la racha de 14 victorias consecutivas que enlazó el equipo en otoño e invierno. El Unicaja visitará ahora otra plaza complicada y de culto en la ACB.
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