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Ibon Navarro sostiene un balón durante el calentamiento del Unicaja ante el Real Madrid. MARIANO POZO
Cinco detalles tácticos de Ibon Navarro para reflotar al Unicaja

Cinco detalles tácticos de Ibon Navarro para reflotar al Unicaja

La llegada del entrenador vasco ha puesto algo de orden en el juego, pero la verdadera prueba llega mañana en Fuenlabrada

Martes, 15 de febrero 2022, 00:00

Ibon Navarro tiene delante de sí un reto enorme para tratar de devolver al Unicaja al lugar que le corresponde. La situación del equipo en la Liga y en la Champions es muy mala, incluso peligrosa, por lo que urge un cambio radical en los próximos encuentros para frenar el desplome. Se ha hablado tanto de la deficiente construcción de la plantilla y de las carencias que tiene que resulta complicado pensar que lo pueda conseguir con los mimbres actuales, de ahí que se esté valorando realizar algún refuerzo. A la espera de acontecimientos, el técnico vasco sí que ha tomado decisiones claras y concretas para buscar soluciones y encontrar el camino de las victorias. El partido contra el Madrid permitió ver varias apuestas tácticas que mostraron un juego más agresivo, lógico y efectivo; aunque como suele suceder en estos casos, la motivación de los jugadores por tener delante al conjunto blanco y las ganas de agradar al nuevo entrenador, siempre dejan la duda de si este cambio tendrá un efecto gaseosa y perderá fuerza en los siguientes partidos. Mañana en Fuenlabrada, el equipo debe demostrar que hay un verdadero propósito de enmienda.

Navarro da instrucciones a Barreiro durante el choque ante el Madrid. MARIANO POZO

Barreiro es un 'tres'

El jugador gallego fue el fichaje más destacado del Unicaja durante el verano. Llegó tras una gran campaña en el Zaragoza y previo desembolso de unos 150.000 euros. Sin embargo, no ha dado el nivel esperado, en parte por estar totalmente desubicado. Casi siempre jugó de ‘cuatro’ como recambio de Abromaitis y pocas veces en su puesto natural, el de alero. Ibon Navarro lo ha tenido claro desde el momento en que pisó Málaga y le ha pedido que sea el Barreiro que deslumbró en Zaragoza. «Debe ser un buen defensor y un buen reboteador. A veces los jugadores cuando llegan a un equipo nuevo quieren hacer más cosas para agradar y se olvidan del jugador que fueron», dijo de él. Si el gallego mantiene el nivel mostrado ante el Madrid, quizá sea el elemento que mejore las prestaciones defensivas del equipo.

Aprovechar a los altos

Las carencias interiores quizás han sido el gran problema del Unicaja en las dos últimas temporadas. Se pensó en la cesión de Guerrero, llegó el fichaje fallido de Devin Williams, se lesionó Michael Eric, luego se contrató a Kravic y todavía hoy es posible que haya algún movimiento. Tampoco es que el cuadro malagueño se haya caracterizado por sacar partido a sus pívots, pues el protagonismo de su línea exterior en el juego es absoluto y lo monopoliza todo. El estreno de Ibon Navarro fue ante el equipo con una pareja interior como la que forman Tavares y Poirier... posiblemente la mejor de Europa. El Unicaja no es que sólo los paró bien, sino que los castigó. Al final, el equipo malagueño logró 30 puntos en la ‘pintura’, los mismos que su rival, algo totalmente novedoso, y lanzó más tiros libres de lo que acostumbra, un opción para anotar que no ha aprovechado hasta ahora por la casa nula presencia de sus pívots y por ese juego tan perimetral y poco incisivo.

La innovación con Nzosa

El joven congoleño protagonizó la gran variante táctica del estreno de Ibon Navarro al frente del Unicaja. Al ecuador del primer cuarto fue el sustituto de Abromaitis para jugar de ‘cuatro’. Su emparejamiento con el francés Yabusele fue atípico y desequilibrado, pues el cajista puede pesar la mitad que el potente ala-pívot del Madrid, pero es más rápido y esto le permitió frenarlo o al menos minimizar su impacto en el juego. Navarro repitió con esta apuesta en la segunda mitad, porque además también fortaleció la defensa y el rebote. Fue un claro ejemplo de cómo optimizar los recursos, pues el congoleño se había perdido al fondo de la rotación en los últimos encuentros.

Más ajustes defensivos

Quizá el gran cambio del Unicaja estuvo atrás, a pesar de los 92 puntos encajados. No salió contento el nuevo entrenador con esto, pero es evidente que ha introducido nuevas órdenes para tratar de que su equipo gane en fortaleza. Se vieron más ayudas defensivas, que no abundaban con Katsikaris, y situaciones de dos contra uno para, por ejemplo, parar a Tavares. Navarro fue muy sutil en su análisis del choque al decir que el equipo está bien trabajado en ataque, pero que atrás tiene carencias...

Dinamismo y circulación

El Unicaja se ha caracterizado en los últimos meses por ser un equipo sin un patrón claro de juego, con una circulación deficiente, pocas asistencias y dos cosas: ataques con botes eternos o lanzamientos sin sentido al comienzo de las posesiones. Ante el Madrid se vio más agilidad en los pases, asistencias para los pívots, rápidos movimientos de los jugadores sin balón y menos bote. No es que Ibon Navarro tenga una varita mágica, pero sí parece que ha puesto algo de orden en ese juego caótico que en muchas ocasiones ha lucido el Unicaja. Puede que se abra una nueva etapa y los primeros detalles son ilusionantes, aunque la verdadera prueba será mañana ante un rival menos atractivo como el Fuenlabrada, pero que en su pista es temible, además de ser un rival directo por la permanencia.

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