El entrenador del Unicaja, Ibon Navarro, compareció visiblemente fastidiado por la sucesión de acontecimientos que terminaron por decantar el partido, y también por haberse quedado tan cerca de vencer. «Teníamos un cero de ocho en triples en el último cuarto, que es cuando se decide ... el partido. Algunos han tenido más minutos de lo que acostumbran y eso nos penalizó. Hicieron seis puntos al final en el rebote ofensivo y tenemos que aprender a controlarlo. Y también algo que no depende de ti, el acierto. El equipo ha hecho un esfuerzo muy grande», introdujo, a modo de valoración general.
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El vasco hizo especial hincapié en el control del rebote, un aspecto que, a sus ojos, condicionó el marcador final. Lo catalogó de fundamental. Se reconoció rabioso por no haber podido redondear la gesta y, sin excusas, elogió el partido de Campazzo. También habló de dos acciones trascendentales para él. «Una ha sido un rebote y otra otro error», declaró.
Cuatro nombres propios centraron su comparecencia. Primero, el de Osetkowski, que fue el más anotador del partido con 20 tantos, al que cambió por dos errores propiciados por el cansancio: «En el tercer cuarto comete dos errores y llevaba ocho minutos y medio cansado. Pensamos en tirar de él para jugar de cinco. Es algo que nos planteamos en días como hoy». Después se refirió a Carter, protagonista por una falta no pitada que pudo haber cambiado la película: «Es falta. He visto las imágenes. La camiseta de Joma aguanta los agarrones. Con el nivel que han tenido puede ser que no la pitaran, pero ha habido un agarrón». Y por último, los de Djedovic y Perry, los dos grandes ausentes del choque: «'Djedo' no ha podido y Perry ha estado vomitando una hora antes del partido. Estaba deshidratado y sin sales, y se ha lesionado. La culpa es mía por meterlo. No nos hemos guardado nada por ser o no 'play-off'. Era el Madrid».
Pasó de puntillas en el aspecto de las faltas. Al Unicaja le pitaron 21 por las 12 que cometió el Real Madrid a ojos de los colegiados. «Doce son pocas. Y una fue porque pedimos antideportiva», comentó el vitoriano. Y pasando página, una mirada al futuro cercano y un deseo cara al final de la temporada: «Lo más difícil ahora mismo es ganar en Granada. Ojalá que podamos jugar otra vez contra ellos. Será difícil, pero ojalá. Hubiera sido más bonito si los dos equipos hubiéramos tenido a todos nuestros jugadores. Si jugamos otra vez contra ellos es porque los dos hemos llegado lejos. Creo que el partido que se ha jugado ha sido muy bueno».
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