El malagueño Pepe Pozas se llevó ayer un baño de multitudes en los prolegómenos del duelo entre el Unicaja y el Monbus Obradoiro, los dos equipos que más han marcado su carrera. Sucedió justo unos días después de que anunciara su retirada a los 31 años, debido a las duras lesiones de rodilla por las que ha pasado.
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Pozas, que se formó en la cantera del Unicaja, pasó siete temporadas en Santiago de Compostela, entre 2014 y 2021. El ya exjugador (su última etapa la desarrolló en el Betis), que pasará a trabajar para la ACB, se llevó obsequios de los capitanes de los dos equipos, Alberto Díaz (una foto con su primer partido en el equipo malagueño) y Álvaro Muñoz (una camiseta firmada por todos los jugadores de su equipo), además de una ovación de un Martín Carpena casi lleno.
Antes se proyectaron imágenes de la carrera de Pozas en los videomarcadores. «No ha sido mi retirada deseada, obviamente, pero tampoco nunca habia soñado despedirme así. Quiero daros las gracis a todos de corazón y espero que hayáis disfrutado», fueron las palabras del base malagueño de la ACB durante doce temporadas, que luego siguió atentamente la victoria local desde la primera fila del palco.
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