Con menos hombres altos

La presencia de Cole y Brizuela como pareja de atrás en el quinteto inicial del Unicaja era una evidencia de la poca preocupación que suponía el Lavrio para el entrenador local. Además, también entró Barreiro como 'tres'. Con estos datos, el partido parecía más de ... preparación que de pura competición. Los locales empezaron con los tiros exteriores y después intentaron sacar partido a la superioridad física de Barreiro cerca de la canasta, pero unos minutos de sequía ofensiva y escaso trabajo atrás permiteron a los visitantes ponerse por delante, tras un comienzo que prometía un paseo local. Donde dije digo, digo Diego y Katsikaris dio paso a cinco hombres de su banquillo, entre los que estaban algunos de sus mejores jugadores. En el segundo cuarto, Katsikaris aprovechó las limitaciones de su rival para jugar con tres 'pequeños', volver a meter a Brizuela y llegar al descanso con diez puntos de ventaja, diferencia que tuvo su causa directa en la diferencia de acierto desde la línea de tres puntos.