Una gran decepción

Pero el Murcia seguía buscando alternativas tácticas, ahora ya con su rentable zona 2-3, tras haberse visto superado claramente por el Unicaja, para intentar cortarle el ritmo y se producen las primeras pérdidas y dudas locales. El Murcia intentaba jugar más en la pintura, bien a través de Sleva, al quedarse con un hombre más pequeño en los cambios en los bloqueos directos, para buscar ventajas o en penetraciones que al Unicaja le costaba trabajo parar lo que le permitía agarrarse al partido y dejar a los malagueños en tan solo siete puntos en este periodo, con solo dos canastas en juego.

El Unicaja ya atacaba la zona murciana buscando a sus hombres interiores. Pero ellos alargaban sus posesiones y controlaban el ritmo del partido, como también el marcador, anotando 24 puntos en el tercer cuarto consiguiendo además mejorar sus porcentajes desde el triple de la mano de Caupain.

Un triple de Perry a la finalización del cuarto inició un parcial de 11-0 que continúa en el inicio del último cuarto fruto de dos recuperaciones de balón y dos triples de Díaz que devolvieron la confianza a su equipo y el dominio del marcador. Pero el Murcia volvió al partido creyendo en su zona, evitando que el cuadro cajista consiguiera buenos tiros y que tampoco aparecieran sus tiradores incluso en tiros liberados. Solo el dominio del rebote paliaba en algo tantos errores que sí que facilitaban mucho el trabajo defensivo del Murcia, que sí encontró a Ennis y Sant Ross para llevarse el partido y el pase a la final.