Germán Martínez, el malagueño del Covirán Granada

Martínez nació en Málaga un 29 de junio de 1998. De padre madrileño y madre granadina vivió en el barrio del Limonar hasta los doce años y fue en Los Guindos donde tuvo sus primeros contactos con el baloncesto. «Soy malagueño de nacimiento, pero también me considero granadino porque he vivido aquí la mitad de mi vida. Tengo grandísimos recuerdos de Málaga y de mi infancia allí, que fue donde empecé con el baloncesto. No era nada serio, pero sí, allí empecé. Ahora voy en las vacaciones a ver a mis abuelos, como ahora en Navidad», explica en una conversación telefónica con SUR tras el entrenamiento del Covirán ayer.

Ese primer contacto con el baloncesto fue en unos campamentos de verano en Los Guindos lo enganchó para siempre. Continuó en el equipo de Agustinos de Granada y, de allí, a la cantera del Fundación con el que esta temporada ha debutado en la Liga ACB. Un sueño hecho realidad para un jugador de cantera como él. A horas de poder jugar en Málaga como profesional, no oculta la emoción que le produce visitar el Martín Carpena. «Es un encuentro muy especial para mí y mi familia. La primera vez que vi un partido de baloncesto fue allí. Mi primer recuerdo es de Chicui, la mascota del Unicaja (risas), era pequeño y era lo que más me llamaba la atención. Era la época de Ndong, Herrmann, Cabezas... Será muy especial», recuerda.

La suya es una historia similar a la de Alberto Díaz, al que Martínez admira e incluso se pone como ejemplo. «Me identifico con su estilo, basado en la defensa, pero ahora aporta muchas cosas en ataque. Es un grandísimo jugador», dice del pelirrojo. Debutó con el Covirán en la Liga EBA cuando tenía 16 años y su progresión ha sido constante. No le ha importado salir cedido para continuar con mejoría. Jugó en la LEB Plata con su equipo, también con el Plasencia y en el Villarrobledo, en ambos cedido. Volvió a Granada para ascender a la Leb Oro y también a Liga ACB, pero su estrenó en la élite tuvo que esperar tras otro préstamo, en este caso al Zunder Palencia, con el que también logró el ascenso a la máxima categoría siendo muy importante.

Ahora, con un rodaje que para sí quisieran muchos jugadores, Germán Martínez reconoce que ha hecho su sueño realidad. «Es muy bonito. Siento el Covirán Granada como de mi familia. Confiaron en mí, en mi proceso de maduración y me cedieron a los sitios correctos. Estar en la primera plantilla es un gesto más de confianza. Además, en este tiempo he disfrutado de dos ascensos, que es algo poco habitual», cuenta.

El malagueño espera un derbi complicado por el potencial del Unicaja, pero advierte que el Granada llega en buena dinámica y con una gran motivación, al tiempo que elogia el juego cajista. «El Unicaja es uno de los mejores equipos de la competición. Tiene un estilo muy chulo de ver, con un ritmo alto y con intensidad. Pero vamos con mucha ilusión porque estamos bien y siempre motiva competir contra uno de los grandes de la Liga«.

Esta temporada ha participado en nueve partidos del Covirán, con ocho minutos de media. No es seguro que juegue, pero por si acaso, ahí estará su familia para disfrutar del momento. «Mis padres y los amigos van seguro, y mis abuelos, que están mayores, no podrán ir, pero será bonito para toda la familia. Espero una gran celebración del baloncesto porque el ambiente del pabellón es increíble». Así que Germán Martínez cierra este sábado un círculo en su incipiente carrera, de disfrutar de niño viendo al Unicaja a poder saltar a la pista del Carpena como profesional.