La Fundación Unicaja suprime su apoyo al club pese a tener un fondo de 78 millones

A esta cantidad de 78 millones, confirmada por uno de los patronos de la entidad, hay que sumar los dividendos que la Fundación recibirá este mismo año como accionista de Unicaja Banco y que podrían ascender a unos ocho millones de euros. De hecho un primer pago de unos cinco millones se librará durante este mismo mes.

De esta forma, Braulio Medel se queda sin argumentos que justifiquen su decisión de eliminar de un plumazo la subvención, de unos 2,9 millones de euros, al equipo profesional de baloncesto y al equipo femenino de Unicaja y sólo aportar 600.000 euros para la cantera. En una nota enviada anteayer a los medios de comunicación, la Fundación aseguraba que no disponía de fondos para asumir la subvención al Unicaja, obviando tanto del fondo de 78 millones como de los dividendos que recibirá este año. Además, fuentes consultadas por este periódico aseguran que existen otras fórmulas para financiar estas ayudas al baloncesto y más aún con la garantía del fondo de reserva y de los dividendos futuros.

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Las mismas fuentes consultadas, entre las que figuran patronos de la Fundación Unicaja, aseguran que la situación financiera es absolutamente solvente tanto para afrontar las ayudas al baloncesto como para mantener las inversiones en los proyectos sociales de la entidad, algunos de los cuales fueron suspendidos en plena pandemia. Y se preguntan cuáles son las verdaderas razones por las que Braulio Medel quiere romper los lazos históricos con el baloncesto malagueño. «Esto no es nuevo ni es fruto de la pandemia. Esto viene de años atrás. En más de una ocasión el señor Medel ha demostrado su falta de interés por mantener el baloncesto, a pesar de que muchos defendimos la importancia de este deporte en la imagen y marca de Unicaja», aseguró a SUR un patrono que prefirió mantener el anonimato.

¿De dónde proceden estos 78 millones de euros que tiene la Fundación Unicaja? Pues la respuesta, aunque tiene cierta complejidad, es sencilla. El Banco de España obligó a las fundaciones bancarias que tenían más del 50 por ciento de las acciones de un banco (como el caso de Fundación Unicaja y la Fundación Kutxabank) a disponer de un fondo de reserva especial si querían mantener esa mayoría del capital. Esa fue la fórmula legal a la que se acogió la Fundación Unicaja, con el compromiso de provisionar un total de 152 millones –el 0,6% de los activos del banco ponderados por riesgo– antes de que finalizara 2024. Ese calendario para la ejecución de este fondo tenía por objeto garantizar posibles necesidades futuras de solvencia como máximo accionista de Unicaja Banco.

La Fundación Unicaja fue cumpliendo sus deberes y hasta la fecha había acumulado 78 millones para ese fondo de reserva. Pero la situación cambió radicalmente con la fusión por absorción de Liberbank, que ayer ratificaban los accionistas de ambas entidades. Debido a este proceso de fusión, el capital de los accionistas se diluye y en el caso de la Fundación Unicaja pasa a ser del 30 por ciento del capital, lo que le libera de la obligación de mantener el fondo de reserva.

Cuando la nueva Unicaja Banco sea una realidad en el Registro Mercantil, la entidad propietaria del Unicaja Baloncesto podrá disponer de este importante balón de oxígeno para sus objetivos en el ámbito deportivo, cultural, social, sanitario y de apoyo al emprendimiento.

El fondo de reserva abre de esta forma un margen amplio para el empleo de los recursos acumulados en los propósitos de la Fundación, que cuenta con una plantilla de medio millar de personas, y que aprobó en 2018, un año antes de asumir ante el Banco de España el compromiso del fondo de reserva, un presupuesto récord de 51 millones para desarrollar un amplio abanicos de actividades culturales, sociales y deportivas, siempre con la aportación al club Unicaja Baloncesto, como primer epígrafe. Lo lógico sería que este fondo de reserva tuviera un destino patrimonial, es decir, se dedicara a inversiones que garantizaran ingresos recurrentes para la obra social y deportiva de la entidad, pero expertos consultados por SUR coinciden en que nada impide utilizar una parte para gasto corriente (subvenciones y ayudas) e incluso utilizar ciertas cantidades en estos momentos de pandemia y luego restituirlas para su cartera patrimonial. La realidad es que, al contrario de lo que aseguró Medel, la razón para eliminar la ayuda al equipo de baloncesto no es la falta de fondos. Faltan por saber entonces cuáles son los verdaderos motivos.