Katsikaris regresa al Carpena más de dos años después

El mejor recuerdo que quedó de la etapa de Katsikaris en Málaga fue el encuentro de cuartos de la Copa del Rey ante el Barcelona, resuelto después de una prórroga y con un final lleno de polémica. Fue su mejor planteamiento táctico.

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El Unicaja era decimotercero en la Liga, con sólo siete victorias en 18 jornadas y, sobre todo, sin una identidad de equipo. No se sabía a qué jugaba el Unicaja, con demasiados roles parecidos entre Norris Cole, Jaime Fernández y Darío Brizuela, perfiles anotadores, pero poco físico y defensa.

La media de entradas en el Carpena apenas superaba los 4.000 espectadores, frente a los llenos que se repiten con facilidad ahora, o entradas cercanas. La salida de Katsikaris fue, además, tortuosa. El club, con el visto bueno de su consejo de administración, decidió que el técnico griego retomase sus funciones tras la destitución en un despacho de Los Guindos. La explicación para esta medida está en la falta de entendimiento para resolver el contrato que les unía hasta junio de 2023. A punto de ir a juicio, se llegó a un pacto de rescisión.

A sus 56 años, Katsikaris asumió el reto de dirigir al Bàsquet Girona a finales de enero. En su debut rompió una racha de siete derrotas con un ilusionante triunfo (80-61), en la jornada vigésima. Desde entonces, sólo dos victorias más (en casa ante Obradoiro y Valencia) y cuatro derrotas. El técnico cuenta con amplia experiencia en la ACB: de 2006 a 2008, del Valencia, de 2009 a 2013, del Bilbao; de 2015 a 2017, del UCAM; en la 2017-2018, del Tenerife, y en la 2019-2020 del Gran Canaria, antes de recalar en el Unicaja.