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La relación entre el Unicaja y el Limoges es muy particular. Además de la 'vinculación' por aquella primera final europea en la Copa Korac, también se da una situación curiosa. Cada vez que el Unicaja se ha cruzado con el conjunto francés, luego acaba fichando ... a un jugador de su plantilla.
Pasó en el año 2000 cuando el Unicaja contrató a Frederic Weis tras la final que perdió frente al equipo que entonces entrenaba Dusko Ivanovic. De aquella plantilla del Limoges también llegó Marcus Brown, aunque cinco años después tras pasar por varios equipos europeos de primer nivel. Su presencia en Málaga fue clave en la consecución del título de Liga en 2006 y en la clasificación para la Final Four de 2007
La historia se repitió catorce años después, cuando tras jugar contra el Limoges en la Euroliga, eligió a su 'estrella', Jamar Smith como recambio de Ryan Toolson. Smith ha sido uno de los mejores triplistas que han pasado por el Unicaja, con el que ganó la Eurocup en 2017, torneo del que es el máximo triplista histórico. El escolta milita ahora en el Bahcesehir, equipo turco también clasificado para el Top-16 de la Champions.
El último caso fue el protagonizado por Axel Bouteille, que tras jugar unos meses para el Bilbao, acabó en Málaga justo después de la Copa del Rey de 2020. Bouteille militaba en el Limoges que se cruzó con el Unicaja en el Top-16 de la Eurocup en 2019. Alero de enorme talento y gran capacidad anotadora, recaló en el Turk Telekom tras finalizar su contrato con el Unicaja. En el conjunto turco es el quinto máximo anotador de la Eurocup con una media de 18 puntos, aunque juega 28 minutos por partido.
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