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Todos querían ver a Brizuela, pero fue la noche de Jaime Fernández. El escolta madrileño firmó una actuación sensacional y decisiva para que el Unicaja lograse la victoria ante el Tenerife. Fernández dejó atrás esa molesta lesión que tiene el talón derecho y que ha mermado su rendimiento en los últimos meses, y completó el mejor partido desde que viste la camiseta del equipo malagueño para acabar con 38 de valoración, ahí es nada, lo que le puede valer para ser el mejor jugador de la jornada en la Liga Endesa.
Fernández demostró que jugando de base es un hombre que marca diferencias y que si está con confianza y en plenitud física, es uno de los mejores de la Liga. Acabó con 24 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias, 2 recuperaciones y 9 faltas recibidas. El madrileño fue clave con su acierto desde la línea de tiros libres con un 100% de eficacia, 8/8, algo muy importante en el final del partido. Desde el comienzo del choque se pudo apreciar que estaba con chispa. Anotó un triple, dio un par de asistencias y, a partir de ahí, todo fue mucho mejor porque cogió ritmo y confianza. Sus mejores minutos llegaron en el tercer cuarto, con un par de triples y dirigiendo al equipo para remontar el partido.
Antes del choque de este sábado ante el Gran Canaria, el mejor partido de Jaime Fernández fue el 11 de noviembre de 2018, coincidiendo con su mejor momento de forma, cuando acabó con 35 de valoración en un encuentro ante el Cafés Candelas (con 24 puntos, 7 asistencias y 4 rebotes, sin meter un solo triple).
Si el madrileño logra contener el dolor que sufre en el talón derecho, el juego del Unicaja puede dar un salto de calidad, en parte por la llegada de un jugador como Brizuela, que será un complemento perfecto para él.
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