Excelente segunda mitad

El encuentro de ayer empezó con cierta intensidad defensiva del equipo visitante y mucha presencia ofensiva de Delgado, que dominaba el rebote bajo el aro local. El equipo vasco llevaba el balón una y otra vez hasta las proximidades del aro malagueño, mientras en el Unicaja todo el protagonismo era para sus hombres de perímetro. El cuadro vizcaíno empezó mandando y Navarro mandó al banquillo a todos sus titulares. Cuando empezó el segundo cuarto, dominaba el Bilbao y la razón estaba en las pérdidas de balón de los locales. La habitual lucha de suplentes en esa fase de los partidos amplió la ventaja visitante. Navarro situó a Suárez de pívot, aunque esto obligaba a sus compañeros a continuas ayudas interiores. La defensa malagueña fue a más, pero su ataque era un exceso de individualismo y un derroche de triples.

Tras el descanso, la temprana cuarta falta de Oliver le sacó del partido y el ataque quedó en manos de Brizuela. El monólogo del guipuzcoano situó a su equipo a tres puntos del rival. Curiosamente, cuando se sentó entró el partido en una fase diferente, con más valor de las defensas y mucho más juego interior. El Unicaja arrancó el último cuarto con un punto de ventaja, muchos suplentes en juego y la misma tónica de los minutos finales del cuarto anterior, pero sobre todo con más juego colectivo u mucha más defensa. Ese fue el camino de esta tercera victoria consecutiva que debe ser el comienzo de tiempos mejores.