Excelente comienzo

Tras la pausa central, el conjunto francés sacó a relucir la energía que le faltó en la primera mitad. El Unicaja, por su parte, perdía fuerza defensiva y daba demasiadas facilidades a su rival para tirar desde fuera. La diferencia se estancó bastante, pero no bajaba. Como suele ocurrir tantas veces, el equipo que iba ganando con claridad desde el principio parecía tenerlo todo hecho, mientras su rival caminaba hacia un objetivo claro. Lo cierto era que el parcial del tercer cuarto resultó favorable al cuadro francés, que llegó 12 puntos por debajo al arranque del cuarto definitivo. Como el pívot visitante empezaba ya a hacer demasiado daño en el rebote debajo del aro del Unicaja, Casimiro dio otra vez entrada a Nzosa, pero el cuadro malagueño ya no se parecía en nada al del primer cuarto. La defensa resultaba por momentos muy pobre y el Unicaja vivía sus peores momentos. El cuadro francés se acercó más de la cuenta en el marcador. Cuando llegaron los apuros, Casimiro, fiel a su libro de estilo, dio entrada a Darío Brizuela y su equipo se apuntó un éxito que se complicó, como ocurre tantas veces que se empieza con tanta ventaja.