Borrar

Una noche de mucho acierto en el tiro permitió un respiro al Unicaja, que dispuso de un esquema diferente de juego, aunque disfrutó de menos posesiones que su rival.

En el comienzo del partido, Luis Casimiro buscó dotar a su equipo de más carga ofensiva ... con la inclusión de Toupane y Waczynski en su quinteto titular. En menos de cuatro minutos, el conjunto malagueño ya había anotado una docena de puntos y al final del primer cuarto eran ya 28, más que en toda la primera mitad frente al Estudiantes. Cuando arrancó el segundo, Toupane seguía todavía en cancha, un indicio claro de que el técnico local quería acelerar la adaptación del alero francés al equipo. Pronto se quedaron en cancha cinco suplentes, que mostraron algunos errores defensivos y en ataque no pudieron mantener el excelente nivel de sus compañeros en el primer cuarto. Aunque la ventaja en el marcador se mantuvo, sobre el campo se vivieron momentos de igualdad, que el retorno de los titulares acabó rompiendo otra vez. Cuando se llegó al descanso, el mejor dato era los 48 puntos locales, con muchos más aciertos que errores en los tiros.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Escaso interés