La dinámica exitosa del Unicaja, diseccionada por los expertos

«No estoy sorprendido por la apuesta ni por el estilo del entrenador, pero sí por la rapidez de la adaptación con nueve hombres nuevos y cómo el rendimiento está siendo tan inmediato. Parece que no hay egos», se sincera el exentrenador de la primera plantilla en los 90. «Esta dinámica es muy positiva. Todos están aportando y sintiéndose cómodos. Son conscientes de que tienen que salir a tope en sus minutos. Eso crea una competitividad que hace que todos mantengan la tensión», añade, y no tiene reparos en reconocer que «lo que está sucediendo deja en evidencia proyectos anteriores, desgraciadamente».

Para Ramírez no hay indicios para pensar en que este buen comienzo vaya a ser efímero. «Hay progresión. A la victoria en Valencia o en Salónica vamos a ver si se le une otra en Barcelona. Si se siguen produciendo hitos positivos se estará construyendo un proyecto con buena pinta. De hecho ya se está alcanzando un respeto a nivel nacional e internacional. Pero hay que ser prudentes. A medida que pase el tiempo, si los jugadores se sienten importantes hay que saber gestionar eso, algo que de momento está haciendo muy bien Ibon (Navarro). Ese es el principal reto».

El joven técnico, recientemente campeón en México con las Abejas de León, también dirigió a la cantera del Unicaja. «Lo más importante es que han dado con personalidades que concuerdan unas con otras. Se ve una química en el equipo. Les he visto sólo dos veces entrenarse esta temporada, pero he hablado con jugadores y se refieren a eso, al buen ambiente y buen rollo que hay», argumenta.

«Ahora viene lo divertido –añade–. Se ha creado una racha de victorias muy importante muy temprano. Es normal que se rompa, pero no creo que este equipo vaya a entrar en un bajón. A ver si pueden ganar partidos importantes este curso, como puede ser, por ejemplo, una semifinal de Copa, los duelos clave europeos...».

García se muestra sorprendido por «el rendimiento de Alberto Díaz y el puesto de base, que lo veo muy sólido» y destaca también «la experiencia que aportan por dentro Will Thomas y Lima». «Es un equipo completo, pero va a ser divertido verlo en los momentos de la verdad, en los partidos importantes», concluye.

«Este Unicaja en los días que es capaz de controlar el ritmo de juego con su defensa es muy difícil de parar. Anota muy rápido, mueve el balón con celeridad, sobre todo en situaciones de contraataque y superioridad», es el diagnóstico de otro técnico de cantera del Unicaja y con una amplia trayectoria en clubes de la LEB. «El margen de mejora es cómo crear ventajas en ataques cinco contra cinco. Cuando el PAOK este jueves paró el partido, y el equipo no pudo correr se ven ya más carencias, pero cuando el equipo comienza a defender y es más agresivo, empieza a recuperar balones y los rivales se ven desbordados. Tendrá más problemas ante equipos con rotaciones muy cortas, que juegan andando y a los que hay que defenderlos los 24 segundos de la posesión», vaticina.

Respecto a la rotación de doce, Tomé incide en que «hay días en los que existen jugadores que son capaces de anotar con una concentración brutal». «Me sorprende lo que hace Carter jugando muy pocos minutos. Esto todos los partidos no es fácil», apostilla. Y, cara al examen del domingo en el Palau, «tiene la suerte de que el Barça va jugar dos partidos de Euroliga esta semana y, si pierdes, se entendería, además.

Por último, sobre este pico de forma ha llegado demasiado pronto, comentó: «Creo que no. Con la filosofía de juego, los jugadores no están cargados de minutos. Los que más actúan están más cerca de los 20 que de los 25 minutos. Ante el Fuenlabrada y en Grecia no se echó en falta a Djedovic. El máximo temor es que se lesionen varios hombres, porque esta filosofía de juego hacerla con nueve no es tan sencillo».

Lo mejor que le está pasando al Unicaja es que está jugando todo el equipo de forma muy coral, con una defensa sólida, con un ataque muy efectivo, con unos porcentajes muy altos, con las responsabilidades bien repartidas que es un dato muy importante, y creo que es fundamental también la confianza que dan las victorias. Las dinámicas son muy importantes», afirma el granadino casado con malagueña, exentrenador de varios conjuntos ACB y ahora afincado en Atenas -en Grecia entrenó al Ionikos y al AEK-. «La labor de Ibon (Navarro) está siendo buenísima –continúa–. La temporada hasta ahora está siendo fantástica y eso invita a ilusionarse». Además, no le teme a los puntos débiles de la propuesta el Unicaja: «Seguro que Ibon ve seis o siete, pero estará trabajando ya en ellos. Quizás reducir pérdidas, mejorar el rebote...».

Lo que se ve claramente es un trabajo muy bueno en verano, por parte del director deportivo y el entrenador, y ahí se nota la sabiduría de una plantilla muy compensada, que se adapta a la filosofía del entrenador. Hay equilibrio de talento físico y talento ofensivo. Se defiende muy fuerte y hay un ritmo muy alto», analiza Manolo Povea, otro ex de la cantera del Unicaja y que en octubre terminó de entrenar en Venezuela, uno más de un largo periplo que ha incluido varios destinos muy exóticos.

«El Unicaja ahora está en un momento dulce, porque los jugadores han entendido la filosofía de lo que se pretende. Son adaptables e, independientemente de que vengan malos momentos, se ha planteado una base muy solida cara a lo que se quiere hacer», añade, y cuando se le plantea sobre el margen de mejor, tiene claro que lo hay: «Cuando decimos que hay tantos jugadores nuevos suele haber el problema de la adaptación, pero la ventaja es que a medida de que se van ensamblando las piezas el crecimiento es mayor. Cada semana se van descubriendo facetas nuevas».