El enigma de Carlos Suárez

En concreto, el veterano ala-pívot de Aranjuez reapareció el 6 de octubre en Rusia (apenas cuatro minutos en la pista del Nizhny Novgorod) y lo hizo tres días después también en la Liga Endesa, en casa ante el Breogán, precedido de una impresionante ovación de la grada. Había ganas de volver a ver en liza a un jugador sobrado de experiencia e inteligencia en la lectura de los partidos, buen pasador, con cualidades defensivas y sin mal tiro.

Suárez llevaba más de ocho meses sin competir, desde el 12 de febrero de 2021, cuando jugó los cuartos de final ante el Barça en la Copa del Rey y recayó por segunda vez de una rotura fibrilar en un gemelo. Era su tercer problema muscular serio del curso, en la misma zona, y se obró con suma prudencia este verano en su vuelta, pues además la última lesión tardaba en cicatrizar.

Sin embargo, a día de hoy, mes y medio después de su regreso, la progresión de Suárez está más que frenada y ha dejado de entrar en las rotaciones. ¿Qué ha sucedido entre medias? Lo cierto es que Suárez apenas lleva trece minutos disputados en la presente edición de la Liga Endesa: cuatro contra el Río Breogán, el BAXI Manresa y el Bitci Baskonia, y 36 segundos ante el Barça, todo entre las jornadas quinta y novena.

La Champions parecía el torneo ideal para incrementar su rodaje, con una actuación de una veintena de minutos en casa ante el Dijon (seis puntos, fruto de dos triples–, cuatro rebotes y dos asistencias, con 11 de valoración). Parecía que el madrileño volvía a sentirse jugador, pero no se le vio luego ni ante el Lavrio ni en la visita al Dijon, en dos duelos a priori más intrascendentes con la clasificación bien encarrilada en el torneo. Además, tampoco jugó contra el Hereda San Pablo Burgos ni el Urbas Fuenlabrada el pasado sábado.

«Carlos tiene una mentalidad fantástica. Quiero que salga cuando esté al cien por cien. Es una cuestión de tiempo que vaya a entrar en la rotación», manifestó el pasado fin de semana su entrenador, Fotis Katsikaris, tras ganar al Fuenlabrada. Repitió un discurso que mantiene cada vez que se le pregunta al respecto. Primero apuntó a la paciencia con él, y luego aludiendo a la confianza en que antes o después acabará aportando. Pero el momento no llega, y el técnico griego se ha acabado decantando ahora por una rotación casi de diez hombres, en la que ni Suárez ni Guerrero, con el que se estudia su cesión al Coosur Real Betis, cuentan. El resultado es que Barreiro juega más minutos de 'cuatro' que de 'tres', de lo que se ve actuar a Francis Alonso, otro que ha visto reducida la cuota de minutos.

¿Y qué siente el propio Suárez? «Lo he pasado muy mal por toda la situación del año pasado. El Covid, los resultados del equipo. Lo más duro fue volver a estar con mis compañeros y volver a recaer. Ahora me lo quiero tomar con calma y volver a disfrutar de estar en la pista que es mi hábitat natural», declaró en una entrevista reciente.

A sus 35 años, Suárez acaba contrato en junio, aunque hay una opción firmada para ampliar su vínculo otro año. Ahora mismo se antoja muy improbable este extremo si no tiene protagonismo alguno en el equipo, más allá de su lógico ascendiente en el vestuario. No hablamos de un jugador más. Es el tercero con más partidos en la historia del club, con 416 (sólo detrás de Berni Rodríguez y Carlos Cabezas, con 683 y 505, respectivamente), y ocupa la última plaza del podio también en valoración o minutos y es décimo en anotación y segundo en rebotes. Suceda lo que suceda, sus cifras quedarán ahí, para la historia de la entidad de Los Guindos, pero queda la incógnita de si su encaje en la plantilla está pesando más que una posible falta de tono. Se da el caso también de que el propio Katsikaris elogió a su llegada de un modo especial a Suárez, al que consideraba vital para el equilibrio en una plantilla con muchos tiradores y un déficit defensivo que se mantiene con los retoques de este verano (tres).