La elección de los bases, un asunto capital para el Unicaja

. Dicen los clásicos que la construcción de un equipo de baloncesto debe pilotarse sobre un buen base y un pívot de garantías. El Unicaja de las últimas campañas ha flaqueado en estas dos posiciones y de ahí han llegado buena parte de sus males recientes. En el seno del club cajista tienen claro que los jugadores interiores requerirán la mayor inversión, pero que será clave acertar con la dirección del equipo. El primer paso ya se tiene con Alberto Díaz, pero faltan dos piezas más que lo complementen. Se contratará un base y seguramente lo que ahora se denomina como un 'combo', un jugador que pueda actuar como director de juego y escolta.

En este sentido, en las gestiones realizadas, el Unicaja ha tocado a jugadores de perfiles diferentes. La pieza clave puede ser Jayson Granger, porque el uruguayo, que ocupa plaza de cupo de formación, es un jugador experimentado al más alto nivel y que aportaría la dosis de veteranía para controlar un vestuario que va a ser completamente nuevo. Su llegada dependería de si el Baskonia ejecuta la cláusula de corte que estipula su contrato.

En los últimos días, el Unicaja también sondeó una opción un tanto más compleja, la del uruguayo Bruno Fitipaldo (1,83 y 30 años), que aunque tiene un año más de contrato no está claro que continúe en el Lenovo Tenerife. En el seno del club malagueño se ha debatido mucho sobre su perfil. Lleva varios años como segundo de Marcelinho Huertas y la llegada del estadounidense Jonas Redebaugh, cuyo fichaje está todavía por oficializar, podría complicarle más todavía la situación. Algunas fuentes apuntaron a SUR que es una operación compleja.

Al margen de Will Cummings, que parece fuera del alcance del Unicaja por cuestiones económicas, el club malagueño también ha sondeado otros jugadores de un perfil parecido, caso de Kendrick Perry, de 29 años y con una amplia trayectoria europea y que en la última temporada jugó en el Panathinaikos y en el Buducnost. En su caso no ha habido oferta de por medio, algo que sí han hecho otros clubes europeos, según se explicó. Perry, responde a ese perfil de 'combo' y esta temporada jugó muchos minutos haciendo pareja con su compatriota Justin Cobbs. En breve podría tener pasaporte de Montenegro.

Uno de los nombres más interesantes entre los objetivos del Unicaja era otro estadounidense, Kyle Allman, que esta campaña ha compartido equipo con dos excajistas como Axel Toupane y Ryan Boatright en el París Basketball. Allman, al que ya se ha vinculado con equipos como el Zalgiris, ha sido uno de los jugadores que más ha evolucionado en la Liga francesa promediando 15 puntos y 4,5 asistencias. De un caché bastante alto, se trata de un 'combo', pero como demuestran sus números su capacidad de pase es alta, aunque lo que más destaca de su juego es la capacidad física. Su equipo tiene una opción de renovación vinculada a jugar competición europea, pero parece complicado que lo consiga. De momento, su intención es jugar la Liga de Verano de la NBA para tratar de convencer a alguna franquicia estadounidense. Mide 1,93 y tiene 24 años.

Estos tres nombres son sólo tres ejemplos del gran abanico en el que se mueve el Unicaja, teniendo en cuenta que algunas opciones son ya difíciles por las pretensiones económicas y la evolución del mercado, como en el caso del bético Shannon Evans. El club ha recibido una enorme cantidad de ofrecimientos, aunque el técnico Ibon Navarro tiene claras sus preferencias. Será clave acertar en una posición que desde que el dúo Markovic-Granger se separó ha dado muchos quebraderos de cabeza.

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