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El Unicaja está hoy en boca de todos los aficionados por la crítica situación deportiva que vive, la peor de su historia. Ridiculizado en la Champions por equipos de tercara fila y peleando por evitar el descenso en la Liga Endesa, el conjunto malagueño está ... ante una situación inédita en décadas.
Ante los malos resultados desde finales del año pasado, los responsables del club tomaron un paquete de medidas para reestructurar el equipo y tratar de reconducir. Los movimientos llegaron tarde, pero se produjeron. El más destacado y complejo fue la destitución de Fotis Katsikaris, porque el entrenador es siempre el pilar del proyecto.
La elección de Ibon Navarro se celebró como acertada por el entorno y las sensaciones que ofreció el equipo en los primeros encuentros bajo su dirección fueron ilusionantes. Se peleó con el Real Madrid hasta el final, se ganó en Fuanlabrada, también al Cluj Napoca y, luego, poco más. Las derrotas ante el UCAM Murcia,esta en el último segundo, en Málaga y las encajadas de forma abultada contra el Gran Canaria y el Oostende han hecho que ese revulsivo que significó la llegada del técnico se haya diluido. El vasco ha tratado de reorganizar un equipo falto de ciertos automatismos, especialmente en defensa, pero que mantiene la falta de consistencia y de nivel para competir ante rivales de cierta enjundia.
Es precisamente lo que se ha apreciado con el rendimiento de algunos jugadores que 'despertaron' con la llegada de Navarro. Hombres como Barreiro, Rubén Guerrero o Kravic elevaron su nivel competitivo. Pero en los últimos encuentros han vuelto al nivel pobre que venían mostrando a lo largo de la temporada.
No se puede decir que no lo esté intentando. Las variantes tácticas desde que está al frente del equipo son numerosas. Más ayudas defensivas, distintas formas de parar las acciones de bloqueo y continuación, quintetos más altos, la prueba de Nzosa de cuatro... Pero los dos últimos partidos han sido un bofetón grande.
Para colmo, el plan de Navarro se ha visto condicionado por las lesiones. El Unicaja, que no había tenido ni un solo percance serio hasta su llegada, se ha encontrado con tres bajas claves como son las de Jaime Fernández, Bouteille y Matt Mooney. Los dos primeros son los jugadores más importantes del equipo, mientras que el estadounidense llegó para dar estabilidad a la dirección y, salvo en el encuentro ante el Fuenlabrada, su nivel ha sido decepcionante, demasiado individualista.
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