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Se cumplen treinta años de la muerte del que para muchos es el mejor jugador europeo de siempre, Drazen Petrovic. El 7 de junio de 1993 el croata perdía la vida en un accidente de tráfico en Alemania. Un camión arrolló el coche que conducía ... su novia, Klara Szalantzy, que resultó ilesa.
Desde entonces, los actos de recuerdos del sensacional jugador croata han sido continuos. Estaba en la plenitud de su carrera en la NBA con los Nets, después de haber dominado por completo el baloncesto europeo, primero con el Cibona y luego con el Real Madrid, con el que ganó la Copa del Rey y la Recopa de Europa en la temporada 1988-1989 antes de poner rumbo a Estados Unidos.
Así que Petrovic sólo jugó una temporada en la Liga ACB y visitó Málaga un 14 de abril de 1989. El por entonces Caja de Ronda era un equipo fantástico que estaba integrado por una generación excelente de jugadores como Arlauckas, Vecina, Ricky Brown, Fede Ramiro, Palacios, Grau y Luis Blanco, entre otros. Pero claro, aquel Madrid era un superequipo en el que Petrovic era capitán general. Al croata lo acompañaban Llorente, Cargol, Johnny Rogers, Fernando Martín, Biriukov, Romay, Antonio Martín y Quique Villalobos.
Ciudad Jardín se llenó con 5.500 especatadores, pues la expectación que generaba el conjunto blanco era enorme. Lo cierto es que fue un partidazo. Al descanso se llegó con un impresionante 44-60 y el Madrid se impuso al final por 89-112. Petrovic no fue el más destacado de su equipo, 17 puntos y cuatro asistencias, pero sí el que más jugó. Sobresalió Rogers con 25 puntos y ocho rebotes, y el actual presidente de la ACB, Antonio Martín, logró un doble doble, 10 puntos y 10 rebotes.
Eso sí, para números los de Arlauckas y Ricky Brown. Los dos jugaron los 40 minutos, como Fede Ramiro. El primero firmó 31 puntos y seis rebotes, mientras que su compañero acabó con 26 puntos y ocho rechaces. Ambos acabarían jugando años después en el conjunto blanco.
Aquel fue el último partido de Petrovic en Málaga, pero no el primero. El croata formó parte del Cibona que participó en el torneo celebrado por Diario SUR en su cincuenta aniversario. Era la cita baloncestística internacional más destacada a nivel de equipos que se celebraba en la ciudad, que un año antes había acogido el Mundobasket 86, en el que Petrovic también participó con el equipo de la antigua Yugoslavia logrando el bronce. El cartel del torneo del cincuenta aniversario de SUR lo completaban el Real Madrid y el Winston, un combinado de jugadores extranjeros que era propiedad del agente Luciano Capicchioni. El conjunto blanco se impuso al Caja de Ronda y se enfrentó al Cibona en la final para proclamarse campeón. Preguntado al término del torneo por si era el mejor jugador europeo del momento, el croata respondió lo siguiente: «No lo creo. Hay otros ahora muy buenos como Epi, Sabonis, Gallis o Sibilio».
En los días previos a los partidos, los cuatro equipos visitaron la redacción de SUR, donde se celebraron las ruedas de prensa. Petrovic se mostró muy dicharachero y protagonizó una curiosa imagen al ponerse un gorro con el nombre del periódico, la fotografía que ilustra esta información. El escolta formaba parte de un equipo excelente que dominaba el baloncesto europeo con autoridad. En Málaga estuvo acompañado por Sunara, Pavicevic, Becic, Cutura, Anzulovic, Razic, Vukecevic, Lucacic, Cvjeticanin, Arapovic y Tercic. El entrenador era Mirko Novosel, otra figura esencial del baloncesto de la época y técnico de la selección yugoslava campeona olímpica en 1980 y plata en el Mundial de 1974, entre otros grandes logros.
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