Domantas Sabonis: «Miro a mi padre como a un héroe»

Domantas Sabonis echa de menos el sol, el jamón serrano, a su familia y a Málaga. El canterano del Unicaja y pívot de los Indiana Pacers hizo un amplio repaso a su carrera en un encuentro virtual con aficionados en el que respondió a cuestiones de todo tipo justo después de haber sido elegido por LeBron James para formar parte de su equipo en el All-Star Game de la NBA.

El pívot criado en Torremolinos y formado en la cantera de Los Guindos reconoció la dificultad que fue el salto de pasar de la primera plantilla del Unicaja al baloncesto estadounidense. Domas dejó Málaga para jugar dos campañas en la Universidad de Gonzaga antes de empezar a jugar en la NBA. «Fue difícil porque el baloncesto fue un poco diferente. Fui a Gonzaga, donde estuve dos años jugando con el estilo americano y eso me ayudó mucho para adaptarme. Lo más complicado fue dejar a mi familia y crear una nueva vida aquí en la otra parte del mundo. Al final lo haces porque te encanta este deporte y cuando sales a la pista es como si estuvieses jugando en casa. Pero sí, fue difícil. Mi primer año me costó mucho por la familia, la comida, la gente... No fue un buen año. Venía de la ACB y de la Euroliga y pensaba que iba a ser más fácil, pero en los primeros meses me costó», explicó Sabonis.

El menor de los hijos del mítico Arvydas reconoció que su padre sigue al detalle su carrera y es una fuente de inspiración para él. Domas reconoció que la figura de uno de los mejores jugadores europeos de la historia le ha guiado siempre. «Me ha ayudado, porque miro a mi padre como a un héroe. Siempre le he preguntado a él su opinión porque él ha pasado por todo lo que yo estoy viviendo. Ve todos los partidos hasta las tres o cuatro de la mañana en Lituania. Me llama después de cada partido y es algo que me encanta. Me ha ayudado a ser mejor», reconoció el jugador, que dijo ser muy creyente. «En mi familia lo somos».

El 'malagueño' respondió a preguntas de todo tipo. Se le cuestionó por sus jugadores favoritos y dijo que le habría gustado jugar con John Stockton, destacó la ayuda que ha supuesto para él su excompañero Victor Oladipo y dio algunos detalles sobre sus gustos culinarios. «Hay tantas cosas... Me gusta el jamón serrano, las croquetas, el queso, la paella... Me gustan muchas cosas, como de todo», explicó Sabonis recordando sus influencias españolas.

El excajista reconoció que mantiene una excelente relación con los jugadores españoles que militan en la NBA y dio un detalle cara al futuro, le gustaría volver algún día a Europa. «Siempre he pensado que al final de mi carrera me gustaría volver, como ha hecho Pau Gasol ahora. Siempre me gustaría volver a España. Me llevo muy bien con Juancho y Willy, los Hernangómez, Ricky, Pau, Marc... Cuando hablo con ellos me hacen sentir más cerca de casa», reconoce. Esta morriña de España le hace querer visitar ciudades en Estados Unidos con buen clima buscando el sol. «Me gusta jugar en Los Ángeles o en Phoenix. El sol te pone de buen humor».

Domantas Sabonis está firmando una temporada sobresaliente que le ha permitido volver a ser elegido para el All-Star Game de la NBA. Allí estará rodeado por algunos de los mejores jugadores del mundo, algo que le ilusiona, pero no le impresiona. «Estoy feliz por estar con los mejores, por aprender. Algunos llevan acudiendo 16 o 17 años. Quiero ir a observar, ver sus rituales, aprender de cada uno», dijo.

El pívot dio algunos detalles de cómo es el juego de la NBA y también de lo los americanos denominan 'trash talk', que viene a ser como hablar sucio y provocar durante los partidos. Aquí Domantas Sabonis ya habla como un veterano en la Liga. «Hoy en día, todos los jóvenes hablan. Todos se creen jugadores fuertes y esas cosas. En mi primer año, los veteranos no hablaban tanto, pero hoy en día, casi todos hablan«, explicó. El jugador de los Pacers, que echa de menos que en la NBA haya un juego más clásico de pívots, pero se ha adaptado al estilo rápido con predominancia de los exteriores. »Cuando ves a Hakeem Olajuwon siempre era un uno contra uno frente a un grande. Ahora tienes a dos jugadores a diez centímetros metiendo las manos y ayudando».

El pívot internacional lituano reconoció que para él jugar con su selección es primordial, antes incluso que un anillo de la NBA. «Prefiero ganar unos Juegos Olímpicos o Mundial con Lituania. Cuando juegas para la selección es algo diferente. No lo puedes comparar con nada. Sería un sueño hecho realidad ganar algo con mi país», reconoció.