El doble reto del Unicaja en el Nou Congost

De hecho, el Unicaja solo ha sido capaz de hacerlo tres veces en los últimos 40 años, y sería la primera vez que lo haría en temporadas distintas. De esas tres veces dos de ellas significaron el pase a la final, en 1995 (cuando ganó consecutivamente en las canchas del Estudiantes, Manresa y Barcelona), y en 2002 tras vencer en Fuenlabrada y de nuevo al Estudiantes. La otra vez fue en 2001 cuando ganó dos partidos seguidos al Pamesa en Valencia y se metió en semifinales. Javier Imbroda, la primera, y Bozidar Maljkovic, las dos siguientes, fueron los entrenadores que consiguieron superar este reto.

Desde entonces han pasado 22 años y ningún otro técnico ha sido capaz de superar esta barrera que suele conducir al éxito. Ahora Ibon Navarro tiene la oportunidad de hacerle una nueva muesca a la historia, ya que el alavés dirigía al cuadro malagueño la pasada temporada cuando protagonizó la campanada de ganar en el Palau, aunque luego perdiera los dos partidos siguientes en el Carpena frente al Barcelona.

Ibon Navarro también afronta en Manresa otro desafío importante para un club que quiere reverdecer viejos laureles, y no es otro que conducir al Unicaja hasta semifinales por segunda temporada consecutiva, algo que no logra desde 2015, con Joan Plaza al frente. Desde entonces, solo superó los cuartos de final en 2017 y la pasada temporada.

No es un hecho menor para un Unicaja que desde 2001 hasta 2010, incluido, solo se quedó una vez fuera de los cuatro primeros de la Liga, en 2007, pero que desde entonces han sido esporádicas las veces que superó la primera eliminatoria, así que ahora en Manresa tiene la oportunidad no solo de avanzar en la lucha por el título sino también consolidar su posición privilegiada en la Liga y hacer efectiva su regularidad a lo largo de esta temporada que poco a poco va tomando tintes históricos por números, juego y eficacia en la pista.